De Precios Justos a Precios Sergios

El Molino Cañuelas, uno de los molinos harineros más importantes del país, acaba de mandarles a sus clientes una nota avisándoles que no va a poder mantener los precios de las harinas y semolines que se usan para hacer pastas y otros panificados. Se viene un aumento. ¿Por qué? Bueno, porque el ministro de Economía, Sergio Massa, decidió modificar el Fondo Estabilizador del Trigo y dejar de subsidiar esas harinas para subsidiar sólo la que se usa para el pan.

Es una muestra, apenas una y muy pequeña, de cómo casi todos los precios de la economía pretenden ser fijados por el burócrata mayor. Va desde fijar el precio del petróleo, el bioetanol y la nafta que despacha YPF hasta determinar cuánto pueden aumentar las cuotas de la salud privada. En el medio se ejerce un poder de autócrata, completamente inconstitucional.

Por ejemplo, se prohíbe exportar siete cortes de carne a los frigoríficos a cambio de permitirles exportar el resto. Pero los permisos se reparten entre esos frigoríficos que están en el corralito.

O se premia a los supermercados que adhieren a Precios Justos permitiéndoles importar cosas con dólares subsidiados. Los que no se suman a la campaña electoral de Massa de simulación de la inflación, son castigados: no pueden importar.

Los ejemplos son infinitos: el turismo interno con el previaje, el turismo externo con el dólar Qatar o el dólar tarjeta según corresponda, los espectáculos con el dólar Coldplay, las tarifas y precios del gas, la luz, el agua y los bondis según el distrito en que se presten, las cuotas de las escuelas privadas, los precios de los artículos de limpieza, de los alimentos y de las bebidas.

En todo, todo, todo, están las manos del ministro sacando plata de prepo de las billeteras de unos para ponerla en las billeteras de otros. Se ha liquidado la competencia. Se han liquidado la libertad de trabajo y de comercio establecidas en la Constitución.

Ahora estamos esperando nuevos anuncios. Massa nos informará cuánto y por cuánto tiempo podrán cobrar los productores del agro -desde los maniseros de Tancacha hasta los fruteros de Río Negro- por sus exportaciones, siempre que cumplan con sus exigencias. 

Y nos va a decir para qué no podremos comprar y para qué sí podremos comprar todos nosotros un dólar según qué querramos hacer. 

Son todos precios según la cara del cliente. Los decide Massa. De Precios Justos estamos pasando a los Precios Sergios. Veremos si Massa lo logra. Si consigue transformarse en el zar absolutista de la economía o si todo termina de saltar por los aires.