El golpista eres tú

Habló el ex juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni. Y otra vez nos dejó a todos atónitos. Sostuvo: "Lo que pasó el domingo nos salvó de una nueva versión de golpe. No como el de 1955, pero indiscutiblemente que empezar a hablar de una transición ordenada es una forma destituyente".

Impresionante.

Palabras como estas exhiben el carácter profundamente antidemocrático de buena parte del pseudo progresismo argentino, que en realidad habría que llamar regresismo, porque son profundamente reaccionarios.

Para Zaffaroni, que la oposición gane una elección legislativa, es golpista.

No es para menos. El kirchnerismo le tiene aversión a la alternancia democrática. En una democracia real debe al menos existir la posibilidad de que gobiernen distintos partidos. Pero en la visión K un cambio de gobierno, perder una elección, es una especie de fin del mundo, el acabóse. Creen que sólo ellos pueden ser depositarios de la voluntad popular, que sólo ellos deben controlar el Estado, que sólo ellos saben lo que es bueno para los demás; que sólo ellos son argentinos, los demás son vendepatrias.

¿Guiénso?, dan ganas de decirles.

El máximo símbolo de esa tara lo generó Cristina Fernández, que ahogada en furia se negó a pasarle los atributos presidenciales a Mauricio Macri en 2015.

Siempre hay alguno de estos progres convencidos de que sólo ellos pueden ejercer el gobierno dispuestos a mostrar la hilacha. El último sincericidio fue del piquetero que maneja a su capricho un millón de planes sociales pagados con plata del Estado, Emilio Pérsico. Hace un mes, Pérsico dijo que para instaurar el "modelo popular", ellos necesitan gobernar 20 años. "Lo digo de manera brutal -dijo- Esta democracia de la alternancia no camina".

Más claro, imposible.

Por eso les resulta tan fácil lavarse la boca con los derechos humanos cuando se trata de los derechos humanos de ellos y al mismo tiempo aplaudir a dictaduras y autocracias como las de Cuba, Venezuela o Nicaragua, que aplastan lo derechos humanos de otros.

Zaffaroni pertenece a esa escuela. Es profundamente antidemocrático. Y no de ahora. Vamos a recordar una vez más que Zaffaroni, vaca sagrada del regresismo, fue designado por la dictadura de Videla como juez nacional en lo criminal, luego de jurar por los Estatutos del Proceso que habían sustituido a la Constitución Nacional. Entre otras cosas, esos estatutos establecían la clausura del Congreso, la prohibición de la actividad política y gremial, la remoción de la Corte Suprema y un poder legislativo a cargo de cuatro comandantes. ¿Qué versión de golpe habrá sido aquella para Zaffaroni?