Política esquina economía
08/11/2024 | 14:11
Redacción Cadena 3
Adrián Simioni
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No sé cómo vamos a hacer, pero hay que bajar los precios en dólares
Una preocupación que resuena en el contexto actual: la necesidad de bajar los precios en dólares. En un análisis que resulta inquietante, destaca que la inflación no solo se mide en pesos, sino que también se manifiesta en dólares, lo que complica aún más la situación económica del país.
Un ejemplo claro que ofrece es el precio del pan francés, que pasó de 1.790 pesos en enero a 2878 pesos en septiembre, lo que representa una inflación del 61% en pesos. Sin embargo, al considerar el valor del dólar blue, que disminuyó ligeramente, el costo del pan en dólares subió de 1,47 a 2,57 dólares, un aumento del 75%. Este fenómeno convierte a un alimento básico en un lujo en comparación con el resto del mundo.
Otros productos, como el arroz y el asado, también presentan aumentos significativos, aunque con variaciones. El arroz se incrementó un 20% en dólares, mientras que el asado lo hizo en un 37%. Sin embargo, el pollo, que no se exporta, se disparó un 73%, lo que genera confusión sobre las distorsiones en el mercado.
Los datos son alarmantes. El kilo de queso cremoso, por ejemplo, subió un 111% en dólares, y los huevos de gallina se encarecieron un 67%. La situación se torna más crítica cuando se observa que los salarios no han aumentado en la misma proporción, lo que plantea un desafío insostenible para los trabajadores.
La conclusión es clara: la economía argentina se encuentra fuera de quicio. No hay país en el mundo que pueda sostenerse si los precios en dólares aumentan un 58% en nueve meses, mientras que en otros lugares del mundo el incremento es de apenas un 4 o 5%. Esta situación lleva a la necesidad de una reconversión de sectores menos competitivos, pero también plantea la posibilidad de una futura devaluación que podría agravar aún más el panorama.
Mi propuesta es contundente: hay que abaratarlos en dólares sin recurrir a medidas drásticas. Para ello, sugiere la implementación de reformas que permitan a los productores y comerciantes ser más eficientes, además de promover un entorno de estabilidad política y jurídica que incentive la inversión a largo plazo.
La estabilidad de los precios en pesos es solo el primer paso, pero el camino hacia una recuperación sostenible es largo y requiere de un esfuerzo conjunto.
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