Política esquina Economía
14/11/2022 | 15:29 |
Adrián Simioni
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Si la inflación argentina fuera objeto de un thriler de Netflix, en el capítulo del viernes, cuando firmaron el acuerdo de Precios Justos, los empresarios argentinos admitieron que son los asesinos. Que son los culpables de la inflación.
Por empezar, lo más increíble: los súper terminaron aceptando que La Cámpora ejerza una fiscalización de precios que la ley reserva sólo a la Nación. Eso simboliza la transferencia de potestades de la secretaría de comercio de la Nación a los municipios del conurbano representados en el acto por Mayra Mendoza y otros camporistas que hasta hace día estuvieron llamando la boicotear.
Esto puede llegar a incluir la ley de abastecimiento. Pensar que para la UIA y la Cámara de Comercio esa ley es inconstitucional. En 2014 fueron a la Corte a pedir que fuera inconstitucional. Pero ahora firman. E incluso avalan un incentivo peligrosísimo: que los municipios cobren el 25% de las multas que apliquen a los súper que no tengan los precios de Precios Justos o que no tengan los productos.
¿Qué van a hacer las empresas si empiezan a caer grupos camporistas con pecheritas de Avellaneda, Quilmes, Florencio Varela, Moreno o La Matanza? Te lo cuento de paso: pregunté en la Municipalidad de Córdoba si Martín Llaryora podría adherir, como hizo Mayra Mendoza. La respuesta fue corta: “No controlamos precios”.
Pero esa es apenas una de las capitulaciones.
También aceptan el fin de la competencia porque ahora los precios se acuerdan: Economía de Carteles y Oligopolios podría llamarse.
Los súper también aceptan que un ministro les diga a qué proveedores les pueden comprar y a cuáles no.
Los industriales que firman aceptan ser extorsionados: porque si no firman, no reciben dólares para importar. ¿Es siquiera legal esa extorsión? ¿Qué haría un fiscal capaz de leer los diarios? ¿Por qué alguien que produce tomates igual que otro que recibe dólares no puede recibirlos también? ¿Y el derecho constitucional a ejercer el comercio y la industria?
¿Los industriales aceptan que Massa los amenace en público con que “van a perder mercado” si no firman el acuerdo? ¿Es un acuerdo algo que se firma bajo esa condición?
Probablemente sea otro fracaso. O tal vez los empresarios consideran que el acuerdo es sólo una puesta en escena; creen que la inflación va a bajar por el ajuste que Massa les asegura que está haciendo, pero que hay que montar este show para que Cristina pueda decir, si la inflación baja, que baja porque ella presionó para congelar precios.
Puede ser. En todo caso, industriales y supermercadistas, son coautores de la mentira que los acusa a ellos de ser los culpables de la inflación. Si es así, después no se quejen.