Pullaro, el más “cordobés” de los gobernadores

Ayer se reunieron otra vez los tres gobernadores de la Región Centro: Rogelio Frigerio, de Entre Ríos; Martín Llaryora, de Córdoba; y Maximiliano Pullaro, de Santa Fe. Los tres son más o menos compatibles. Las tres provincias son más o menos parecidas, sobre todo Córdoba y Santa Fe. Al punto que a veces uno se pregunta: ¿por qué no fusionan algunas cosas y se ahorran unos mangos? Por ejemplo, ¿por qué no tener un solo Ministerio de Agricultura en vez de dos? No demos ideas.

La cuestión es que, en el encuentro de ayer, en Rosario, Pullaro parecía el gobernador más cordobés de todos, en realidad una especie de calco de Juan Schiaretti, que viene a ser como el arquetipo de los gobernadores cordobeses, el que fijó el “modelo cordobés”, el estándar de lo que se espera en Córdoba de un gobernador.

Capaz que no sea nada consciente. Pero es como si Santa Fe viniera unos 10 años atrás de Córdoba y entonces Pullaro tomara la agenda que Schiaretti le dio a Córdoba una década atrás. Un calco. En efecto, Pullaro les contó algunas de las cosas que está haciendo en Santa Fe:

1- Gasoductos. El santafesino blanqueó que industrias que estaban en los pueblos del oeste santafesino se han estado mudando a pueblos del este cordobés, pocos kilómetros, porque en Córdoba hay gas y en Santa Fe. Por eso quiere construir redes troncales, y aprovechar para tender fibra óptica en la misma zanja. Schiarettismo puro 1.

2- Rutas. “Nuestras rutas están detonadas”, dijo Pullaro. Su plan es pedirle a la Nación que pase rutas de jurisdicción nacional porque si no jamás nadie las transformará en autopistas. Schiarettismo puro 2.

3- Superávit fiscal. Pullaro habla todo el tiempo de la necesidad de eficientizar el Estado, de mantener en orden las cuentas públicas para que no se descalabren las cosas. “En el primer semestre tuvimos un pequeño superávit fiscal”, dijo, con orgullo.

4- Caja de Jubilaciones. Pullaro no lo mencionó en público porque el tema es muy ríspido con los empleados públicos. Pero está impulsando una reforma previsional con los mismos objetivos que las dos reformas que hizo en Córdoba Schiaretti: evitar la quiebra del sistema por jubilaciones que la sociedad santafesina ya no puede pagar. De hecho, el que le está dando letra es Osvaldo Giordano, la mano derecha de Schiaretti que comandó la reforma cordobesa.

Es la primera vez que pasa: es como si Córdoba tuviera dos gobernadores. Y el más cordobés gobierna Santa Fe.