Que la nafta suba otro 10% depende de Massa, quevachaché

YPF aumentó sus combustibles en torno a un 3,5%. Es porque la semana anterior la Secretaría de Energía autorizó una suba en los biocombustibles que las petroleras deben agregar a la nafta o al gasoil. Las otras petroleras ya lo habían trasladado, pero a la YPF estatal la forzaron a esperar a que pasara la elección.

Sin embargo, los faltantes, los cupos, la sensación de un incipiente desabastecimiento sigue ahí. Hay estaciones que no venden.

Y es porque el ajuste de precios que esperan hacer es mucho mayor: 10 por ciento. La expectativa es aumentar los precios oficiales esta misma semana. Hay sensación de inminencia.

Las estaciones dicen que, pese al aumento de los combustibles luego de las Paso, igual, con la inflación de los últimos meses, la nafta tiene un atraso de 40%. Y por eso no se despacha. Las petroleras abastecen con cupo. Incluso YPF, dicen, no da más. Massa la obliga a vender barato pero eso pone en riesgo las finanzas de la empresa estatal.

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El ministro de Economía, presidente de hecho y candidato a presidente en el balotaje enfrenta un dilema. No: no es el dilema de tener o no tener escrúpulos en poner todo el poder regulatorio del Estado y empresas como YPF al servicio personal de su candidatura. Ya sabemos que no tiene esos escrúpulos.

No. El dilema es entre forzar a las petroleras a seguir en esta situación -lo que podría agravar el desabastecimiento a medida que se acerca la fecha del balotaje, el 19 de noviembre- o autorizar un aumento de los precios del orden del 10%, lo cual se sumaría al círculo vicioso de la inflación y las expectativas inflacionarias que Massa no logra frenar. Obviedad: si va a optar por permitir que suban los precios, le conviene hacerlo lo antes posible, para distanciar en el tiempo la noticia de la suba del momento de ir a votar. Para que sea cuanto antes un mal recuerdo.

Si uno tiene todo esto en cuenta, entonces conviene ir a tratar de llenar el tanque ahora. No es gran cosa: en 20 mil pesos te vas a ahorrar no más de 2.000. Dos kilos de pan. Pero algo es algo. Ese es el horizonte de expectativas que tenemos los argentinos hoy por hoy. Quevachaché.