Sale Macri; entra Cristina

Está sucediendo al mismo tiempo. En Juntos por el Cambio, hay cada vez más señales de que Mauricio Macri no será candidato a presidente, o que al menos no lo será por aclamación. En cambio, en el Frente de Todos, crece el operativo clamor de Cristina candidata.

Sucede en simultáneo. Casi que se podría poner la famosa pantalla partida de los canales de noticias. Andrés Larroque, el gerente de La Cámpora y vocero en las sombras de Cristina Fernández, acaba de pegarle un masazo a las ínfulas independentistas tardías de Alberto Fernández. Le recomendó “amigarse con el liderazgo de Cristina” y lo acusó de que ser indiferente para lo único que le importa al kirchnerismo: si se ganan o se pierden las próximas elecciones.

El discurso de Larroque va en línea con la gestualidad y los movimientos de Cristina Fernández desde antes del atentado y con los martillazos discursivos de Máximo contra Fernández. La pelea interna ya es abierta. El Frente de Todos ya se resignó a que no podrá voltear las Paso para complicar a Juntos por el Cambio. Y ahora su eje pasa a ser qué le convendrá más a Cristina desde el punto de vista electoral y judicial, teniendo en cuenta que en la Justicia se elevan a juicio nuevas causas en su contra. La expresidenta no puede descartar que en el futuro necesite fueros legislativos para no ser detenida.

En Juntos por el Cambio pasa al revés. En el PRO, políticos como Rodríguez Larreta, en el PRO, han decidido ponerse los pantalones largos de las palomas y liberarse del patronazgo de Macri. Y algo parecido hace Patricia Bullrich disputándole a Macri incluso la representación de los halcones. Hoy el PRO se reunió y, casi por error, el vocero del encuentro, Cristian Ritondo, dijo que los precandidatos del PRO son Rodríguez Larreta, Bullrich y María Eugenia Vidal. ¿Macri se autoexcluyó o lo excluyeron? Mientras, los radicales deben estar festejando. En todo el interior del país Macri era claramente un competidor más fuerte contra ellos que Bullrich o Rodríguez Larreta.

De todos modos, es apenas un movimiento. En la Argentina convulsionada, con la inflación al rojo, la economía cada vez más parada por la falta de dólares y el horno climático y social de diciembre en puerta, absolutamente nada está dicho. Cualquier cosa puede cambiarlo todo. En cualquier momento.