Transporte público: gobiernan las marmotas

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Transporte público: gobiernan las marmotas

12/04/2024 | 13:54

 

Redacción Cadena 3

Adrián Simioni

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Transporte público: gobiernan las marmotas

En un nuevo día de la marmota, las metrópolis argentinas viven sus acostumbrados conflictos por el transporte público en colectivos. Ayer fue el Amba, todo un día con gente a pata, servicios irregulares e incluso ataques a coches que circulaban. Hoy en Córdoba a Aoita, el gremio de los choferes interurbanos, se le ocurrió hacer asambleas justo, da la casualidad, entre las 5 y 8 de la mañana. O sea justo cuando más gente viaja. ¿Son sádicos? No, es parte del negocio: así encubren paros de hecho, los gobiernos hacen la vista gorda y no aplican las leyes y las empresas no les descuentan el día de paro.

Y el tema va a seguir sin fin. El día de la marmota no termina nunca. Cuando los conflictos se suceden sin fin, es porque el sistema en el que se producen colapsó y no da para más. Estalló. No sirve más.

Acá hay un doble problema. Por un lado, el sistema está desfinanciado. Rafael Skiadaressis, un economista especializado en transporte, lo exhibió en un gráfico contundente. Desde el año 2000, cuando el transporte público todavía no tenía subsidios en Argentina, las tarifas promedio de los colectivos en América del Sur tuvieron una leve baja. Hoy cuestan aproximadamente el 95% de lo que costaban entonces. Pero en el Amba hoy cuestan –aún después de la fuerte baja parcial de subsidios- apenas el 37% de lo que costaban en el 2000. Y las del interior, que no tienen ya ningún subsidio nacional, cuestan el 73% de lo que costaban.

O sea, las tarifas argentinas están retrasadísimas respecto de lo que eran. En ningún otro lado se ve semejante distorsión. En Montevideo cuestan aproximadamente el 78% de lo que costaban; en San Pablo, el 85%; en Santiago de Chile, el 105%; y en Bogotá, el 115%.

El tema es que los bolsillos de los pasajeros no puede pagar más. Y el Estado no puede subsidiar más. Si nadie puede cubrir la brecha, ¿no será que todo el sistema tiene una eficiencia pésima, que falta seguridad en las concesiones y eso desalienta la inversión a largo plazo y lleva a una cultura de “ordeñemos mientras podamos”, que tampoco hay crédito para invertir en infraestructura, que los convenios laborales son un desastre vetusto de la época en que los choferes trabajaban el doble que hoy porque tenían que cobrar y dar el vuelto? Curiosamente, con eso nadie se quiere meter. No se conoce una sola propuesta para cambiar de raíz los sistemas, modernizarlos, transparentarlos, reducir el costo del personal y del capital. Nada. Ni una sola palabra. Gobiernan las marmotas.

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