Nuevo gobierno
10/12/2019 | 12:22 | En su discurso de asunción, el presidente apuntó "a la Justicia y a los servicios de inteligencia" y dijo que "nunca más" estará "contaminada por operadores judiciales, por procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos".
El presidente Alberto Fernández llamó a la unidad de los argentinos, propuso un plan integral para combatir el hambre y el desempleo y anunció una “reforma integral” del Poder Judicial, durante el discurso que brindó ante la Asamblea Legislativa al asumir su cargo.
Junto con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, Fernández desplegó los principales lineamientos de sus próximos cuatro años como jefe del Estado al enfatizar la convivencia en democracia.
“Quiero garantizar entre todos los argentinos, más allá de su ideología, la convivencia entre los disensos”, expresó Fernández, y recalcó: “Ha llegado la hora de abrazar al que piensa diferente”.
En ese sentido, pidió “ser capaces de convivir entre las diferencias” porque “nadie sobra en esta Nación ni por sus ideas ni por sus opiniones”, para luego puntualizar que “apostar a la fractura y a la grieta significa apostar a que esas heridas sigan sangrando”.
El flamante mandatario convocó a generar "una nueva mirada de humanidad en esta Argentina unida" y llamó a "recuperar los equilibrios sociales y ser conscientes de las profundas heridas que necesitan curarse".
Además instó a la "unidad de toda la Argentina, en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social que sea fraterno y solidario; fraterno, porque ha llegado la hora de abrazar al diferente, y solidario, porque en esa emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después llegar a todos".
Y manifestó que quiere ser "el presidente capaz de descubrir la mejor faceta de quien piense distinto a mí".
"Es tiempo de comenzar por los últimos, para después poder llegar a todos: este es el espíritu que hoy inauguramos. Los convoco sin distinciones a poner a la Argentina de pie, que comienza a caminar, con desarrollo y justicia social", dijo en su primer mensaje ante la Asamblea Legislativa, emitida por cadena nacional", enfatizó.
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En sus primeros anuncios sostuvo que hay que priorizar una "ética de las prioridades y la emergencia", porque "sin pan la vida sólo se padece, y no hay democracia ni libertad" y adelantó que "la primera reunión consistirá en el Plan de Argentina contra el Hambre, para poner fin a este presente penoso".
Y consideró que se ha llegado a la actual situación porque se "han aplicado muy malas políticas económicas", y que "esa serie de decisiones fueron determinantes para que el pueblo argentino en su mayoría las descalificara en las últimas elecciones".
En ese sentido subrayó que el proyecto de presupuesto debe ser "propio" y "no dictado desde afuera", y que por ese motivo recién podrá ser posible tenerlo "luego de la renegociación de la deuda y de poner en práctica medidas económicas sociales y de la economía real".
"Para poner a la Argentina de pie el proyecto debe ser nuestro, y no de remanidas recetas que ya han fracasado", y propuso "dar consistencia económica y social a nuestra economía", remarcó.
El flamante nuevo presidente aseguró que va a "impulsar un conjunto de medidas económicas y sociales de distinta naturaleza que comiencen a revertir el rumbo estructural de atraso social y productivo". Y manifestó que convocará a distintos sectores para la "puesta en marcha de un conjunto de acuerdos básicos de solidaridad en la emergencia".
También anticipó que creará "capitales alternativas en las provincias para que esos lugares puedan hacerse carne en las decisiones de la política", a fin de "garantizar el verdadero federalismo y una estructura de calidad y sustentable".
Al mismo tiempo dijo que restituirá el Ministerio de Salud, basado en "la calidad, el acceso y el talento humano".
"Arbitraremos las medidas pertinentes para que nuestros hijos sean vacunados en tiempo y forma, y para que los remedios lleguen a los abuelos de menos ingresos", señaló.
En unos de los pasajes más aplaudidos de su discurso, Fernández anunció una integral reforma judicial y condenó las “persecuciones indebidas y las detenciones arbitrarias inducidas por quienes gobernaban y silenciadas por cierta complacencia mediática”.
“Cuando se presupone la culpabilidad de una persona sin condena judicial, se viola la Constitución y los principios más elementales del estado de derecho”, reflexionó, para luego anunciar que en los próximos días enviará al Congreso “un conjunto de leyes que consagren una integral reforma del sistema federal de justicia”.
Finalmente, y luego de agradecer a sus padres, a la vicepresidenta Fernández de Kirchner, de quien ponderó su “profunda generosidad y su visión estratégica”, y ponderar la memoria del ex presidente Néstor Kirchner, el flamante mandatario recordó una frase del ex presidente radical Raúl Alfonsín.
“Cuando mi mandato concluya, la democracia argentina estará cumpliendo 40 años de de manera ininterrumpida. Ese día quisiera demostrar que Raúl Alfonsín tenía razón cuando decía que con la democracia se come, se cura y se educa. Pongámonos de pie y empecemos nuevamente nuestra marcha”, sentenció.