Crisis institucional
10/11/2019 | 23:10 | El mandatario electo le habría sugerido al actual Presidente que se le brinde "ayuda y asistencia" a los políticos del país vecino, incluso a Morales. Aseguran que la conversión fue en tono amable.
El presidente Mauricio Macri y su sucesor, Alberto Fernández, hablaron este domingo a la noche por teléfono durante varios minutos para analizar la delicada situación de Bolivia después de la renuncia de Evo Morales por la crisis política que atraviesa ese país.
Fuentes políticas informaron a Télam que la conversación se desarrolló en tono amable y en ella Fernández habría sugerido a Macri que se le brinde "ayuda y asistencia" a los políticos bolivianos, incluido Morales, que eventualmente pidan asilo, por ejemplo en la embajada argentina en La Paz.
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La comunicación se dio en medio de insistentes versiones acerca de un posible pedido de asilo político del dirigente de origen aymara, que arreciaron cuando dejó la ciudad paceña, aunque luego se supo que estaba en Cochabamba, desde donde anunció su dimisión después de un pedido de, entre otros sectores, las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Fernández, como todo el abanico político latinoamericano de centroizquierda, considera que lo ocurrido en Bolivia es un "golpe de Estado", mientras el gobierno de Macri evalúa que fue una consecuencia institucional a partir de decisiones del propio Morales, aunque reivindica una salida pacífica y democrática.
El gobierno actual hizo un llamado a "preservar la paz social y el diálogo" en Bolivia, pero evitó hablar de "golpe de estado", tal como hizo el mandatario electo.
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"Ante renuncia a su cargo como Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, anunciada por Evo Morales Ayma, el Gobierno argentino hace un llamado a todos los actores políticos y sociales bolivianos para preservar la paz social y el diálogo, enfatizando importancia de encaminar este período de transición que se ha abierto por las vías institucionales que establece la Constitución de ese país", expresó la Cancillería.
Según consideró el gobierno nacional, "resulta imprescindible que todas las fuerzas y dirigentes políticos bolivianos actúen en este delicado momento con responsabilidad y moderación".
"El anunciado llamado a un nuevo proceso electoral, con la anticipada renovación del Tribunal Electoral, respetando lo dispuesto por la Constitución Política del Estado Plurinacional Boliviano junto con el acompañamiento de países de la región así como de organismos internacionales y observadores imparciales es el mejor camino para superar, con total transparencia y espíritu democrático, la presente crisis que afecta al hermano pueblo boliviano", consideró Cancillería en un comunicado.