La otra mirada
14/07/2020 | 09:07 |
Fernando Genesir
Audios
Después del "error" de Vicentin, ¿cambió Fernández?
El presidente Alberto Fernández retomó ayer el tema de la intervención y expropiación anunciada por el Gobierno de la cerealera Vicentin.
Y dijo: "Yo me equivoqué con el tema Vicentin porque pensé que todos iban a salir a festejar".
También remarcó que "no" es "un loco suelto que anda con la chequera expropiando" y sentenció: "Soy muy respetuoso de la propiedad privada".
En ese sentido, agregó: “Si quisiera expropiar, no expropiaría una empresa en quiebra sino una cerealera floreciente”.
Importante autocrítica.
Y curiosa declaración.
En primer lugar, vemos el reconocimiento de un error por parte del Presidente, lo que no es poca cosa en un país con poca autocrítica y donde todos los que son gobierno dicen que la tienen clara pero después chocan el país.
Tiene la virtud de corregir.
Pero el "me equivoqué" de Alberto no es nuevo y genera un poco de alarma y varias preguntas.
¿En serio pensó que la gente iba salir a festejar una expropiación?
¿Hay antecedentes de expropiaciones que hayan salido bien como para que la gente salga a festejar?
¿Valieron la pena esas expropiaciones que nos terminarán saliendo mucho más de lo que nos dijeron que íbamos a pagar? Obviamente estoy hablando de YPF.
¿Un Presidente hace anuncios pensando que la gente va a salir a festejar y después da marcha atrás forzado por la reacción de la gente?
¿Hay que gobernar con base en las convicciones o en los aplausos?
¿Qué hubiera pasado si la gente no salía a la calle? ¿Expropiaba Vicentin sin ningún problema?
Probablemente el Gobierno no imaginó las protestas, no en favor de Vicentin sino pidiendo respeto por la propiedad privada.
Pero además, la iniciativa de expropiar Vicentin que presentó el presidente en un discurso el 8 de junio invocando la "soberanía alimentaria" encontró obstáculos políticos y jurídicos desde el minuto uno.
Sin ir más lejos, en la Cámara de Diputados el oficialismo no tenía los votos para aprobar una ley de esa naturaleza.
A eso se sumó la provincia de Santa Fe, que a través de su gobernador intercedió para evitar la expropiación.
Y la Justicia también se opuso a la intervención en los términos que pretendía el Presidente. El juez comercial Fabián Lorenzini repuso a los ejecutivos de la cerealera para que gestionen la compañía mientras dure el concurso, y desplazó a los interventores nombrados por el Gobierno nacional para ponerlos en el lugar de "veedores".
Fue un aluvión de malas noticias después de la decisión presidencial.
¿Nada de todo esto pudo ver el Gobierno antes de hacer aquel anuncio? ¿O fue un anuncio a las apuradas para satisfacer a la tropa propia?
¿El Presidente estaba convencido de lo que hacía?
Y si era así, ¿lo hacía por convicciones propias o para quedar bien con sus votantes?
¿Se arrepintió de aquello y ahora opina distinto?
¿Estas palabras de Fernández deben tomarse como una marcha atrás en la idea de la expropiación?
¿Fernández enterró la idea de estatizar?
¿Ya no piensa en eso ni en la soberanía alimentaria?
Si es así, ¿por qué cambió?
¿Fue la reacción popular la que le hizo modificar su postura?
¿Se arrepiente por una cuestión de principios o se arrepiente por una cuestión demagógica?
Veamos en qué está hoy lo de Vicentin.
Mañana hay una reunión convocada por el juez del concurso, a la que la provincia de Santa Fe llevara una propuesta de capitalización de la empresa.
¿En qué consiste?
En que toda la deuda de la empresa con el Estado se convierta en acciones.
También pasarían a ser accionistas de Vicentin los bancos extranjeros que son acreedores.
Y además, el interventor del Gobierno logró reunir a empresarios que aporten 150 millones de dólares a cambio de que también entren a Vicentin como accionistas. Ese dinero se utilizaría para que la empresa vuelva a funcionar.
Y la familia Vicentin se quedaría con un minoritario 10% de las acciones.
Es decir que en la práctica, la expropiación no existe más.
El plan que avanza es el de capitalización con fondos frescos de inversores privados.
En las últimas horas vimos un Presidente que dice que viene a terminar con los odiadores, que convoca a los empresarios a Olivos y que por eso recibe la crítica de Cristina, que llama al diálogo a la oposición y que cede ante un pedido de Cambiemos y, además, que ahora reconoce que se equivocó con Vicentin.
¿Hay un Alberto antes y otro Alberto después de Vicentin?
¿Cambió el Presidente? ¿Se moderó? ¿Ahora tenemos un Presidente más de centro y alejado de Cristina?
¿Cuál es la versión original?
Lo que estoy planteando, después de tantas idas y vueltas con Vicentin, con los empresarios, con la oposición, con los países del Mercosur, es cuál es y quién decide la orientación económica del Gobierno.
Como el país necesita una salida y para eso se necesita un plan, la respuesta la tendremos en los hechos más que en las palabras.
Te puede Interesar
Política esquina Economía
La alianza de gobierno saca chispas. Hay que decidir cómo se encara la salida del pozo. Y quién escribirá el plan: Cristina o Alberto.
Crisis por coronavirus
En la reunión virtual con los referentes opositores, el Presidente anticipó que enviará el proyecto al Congreso. Hubo cruces y reproches, pero acordaron bajar el tono a las peleas. La Coalición Cívica no asistió.
Política esquina economía
La alianza de gobierno saca chispas. Hay que decidir cómo se encara la salida del pozo. Y quién escribirá el plan: Cristina o Alberto.
Crisis de la cerealera
El Presidente habló este lunes de la "aspiración de recuperar" a la compañía: "Pensé que todos iban a salir a festejar porque estábamos recuperando una empresa importantísima".