Grandes y pequeñas polarizaciones

Qué estamos viendo en el escenario político.

Por ahora, una polarización con dos grandes bloques, que tienen su propia polarización.

Milei con Macri, a la derecha.

El kirchnerismo/cristinismo por el otro. Y un peronismo no demasiado entusiasta.

Vamos por partes, Jack.

La derecha de Milei y Macri.

No es alianza, está lejos de serla.

Van y vienen según necesidades coyunturales.

Los dos tienen razones para no coaligarse:

Milei, porque está cómodo jugando con su activo intangible, la gente que lo banca, pese a que nadie queda fuera del sacrificio cotidiano en esta Argentina en crisis.

Entonces, pegarse con cualquiera no necesariamente le rinde, más allá de que por cierto necesite construir mayorías parlamentarias que no tiene.

Ahora bien, si las mayorías políticas son coyunturales, ¿esa mayoría social puede considerarse indeleble?

Hay encuestas que muestran subas y bajas en la popularidad del presidente.

El impacto que puede tener este conflicto con las universidades aun es incierto.

Va a depender de cuán profundo logre instalar el Presidente la idea de que, como dijo hoy, va a mantener a la universidad pública y no arancelada, pero ratificar el dispendio y la falta de control de los recursos.

Y, junto a él, cuánto avancen los que están en contra de las tomas de facultades por los problemas que genera a los alumnos y sus familias.

En definitiva, como dice Carlos Pagni, Milei navega entre dos oceános: el de congraciarse con la gente haciendo antipolítica y el de gobernar, que siempre requiere de la casta. Difícil dilema.

Lo de Macri parece más complejo. Su dilema es llevar al PRO tan cerca de Milei que no pueda despegarse o quedarse al centro para buscar un futuro incierto.

Veamos qué pasa en el peronismo.

Nada nuevo, literalmente.

Cristina esperaba un gran operativo clamor.

No lo tuvo. Peor aún, cuando se había tirado a la pileta los sindicalistas de la CGT, que han hecho un culto de la deslealtad, le vaciaron la pileta.

Ellos dicen que están con Axel Kicillof, que por ahora no termino de blanquear su rompimiento con Cristina.

Es difícil pelearse con la madre.

Por afuera, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que quiere presidir el justicialismo. Una increíble bufonada de alguien que tiene una provincia fundida, que emite bonos y con una educación paralizada…

¿De qué futuro pueden hablar Cristina y Quintela?

Los dos dejaron sus dedos marcados en los peores desastres de los últimos años.

El resto de las fuerzas políticas, como los radicales, enredados en un problema claro de identidad.

Otros peronismos más territoriales, mirando hacia donde ir.

En definitiva, cada quien con su polarización a cuestas.