Era Milei
07/05/2024 | 17:59
Redacción Cadena 3
Ignacio García Iturriza
Es uno de los centros culturales más importantes del mundo y el más grande de Latinoamérica en la actualidad. Sin embargo, la historia del rebautizado “Palacio Libertad” por el Gobierno de Javier Milei se remonta a finales del siglo XIX.
En 1888 el entonces presidente Miguel Juárez Celman impulsó la construcción de un gran palacio que fuera la sede central de la Dirección de Correos y Telégrafos. Para eso, el Estado contrató al arquitecto francés Norbert-Auguste Maillart para que se haga cargo del proyecto.
Originalmente, el boceto del arquitecto estaba inspirado en la Central de Correos de Nueva York, pero terminó convirtiéndose en un exponente clásico de la arquitectura del academicismo francés. Con techo a mansarda y una cúpula truncada, un cuerpo saliente en la parte central y enormes ventanas, desde el piso hasta el techo. Todas sus fachadas están revestidas de símil piedra.
Maillart y su equipo se toparon con una constante en la historia argentina: las crisis económicas. Un año después de comenzada la obra, ésta tuvo que pararse debido a la caída del presidente Juárez Celman y la posterior crisis.
Los trabajos se retomaron recién en 1905 y la construcción en 1911, pero con nuevos planos que contemplaban un edificio más grande que el original. No obstante, en desacuerdo con las autoridades, Maillart se retiró del proyecto y quedó a cargo un colaborador suyo: el arquitecto de origen ruso Jacques Spolsky.
Finalmente, el Correo Central se inauguró el 28 de septiembre de 1928, dos semanas antes de que el presidente Marcelo T. de Alvear terminara su mandato.
Además de las funciones como Correo Central, el edificio albergaba una escuela para los hijos de los empleados del correo, una peluquería, una farmacia y un laboratorio de análisis clínicos.
Durante los dos primeros mandatos, el presidente Juan Domingo Perón decidió instalar sus oficinas en el cuarto piso del Palacio de Correos. Para Perón, no había nada más efectivo para conectar el país que el propio Correo.
A su vez, la primera dama, María Eva Duarte de Perón, le pidió a Oscar Nicolini, el director de Correos y Telecomunicaciones, que le hiciera un lugar en su edificio e instaló la Fundación Eva Perón.
En la actualidad, esa sala cuenta con objetos cotidianos de la época, retratos y réplicas de los juguetes que se enviaban a las niñas y niños de todo el país, así como de las millones de cartas que ella recibía.
El Palacio de Correos fue declarado Monumento Histórico Nacional por decreto en abril de 1997, durante la presidencia de Carlos Menem.
En aquel entonces se explicó que la decisión se había tomado con la intención de preservar su museo, donde se conservan antiguos elementos postales y telegráficos.
La mudanza a la nueva planta de correos ubicada en Monte Grande y el pase de la administración al antiguo edificio de Molinos Río de la Plata, dejó obsoleto al Palacio de Correos (hoy Palacio Libertad) y comenzó un periodo de inactividad que evidenció años de abandono de las salas internas. Solo la entrada principal de la calle Sarmiento continúo siendo utilizada como Oficina de Correos y venta de filatelia.
Recién en 2006, el Gobierno nacional decide comenzar con las obras de restauración en el marco de los preparativos de las conmemoraciones del Bicentenario que iba a tener lugar en 2010 y por eso lo transformó en el Centro Cultural del Bicentenario.
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La obra es el resultado de un concurso internacional de anteproyectos, al que se presentaron más de 340 estudios de arquitectura de más de 20 países. El primer premio se otorgó, por decisión unánime del jurado, a los estudios de arquitectura Bares y Asociados (B4FS), de La Plata, y a Becker-Ferrari, de Buenos Aires.
En 2010, la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró un primer sector donde se hicieron trabajos de restauración y puesta en valor en las cuatro fachadas y el interior del edificio.
Finalmente, el 21 de mayo de 2015 se inauguró como Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK), que tuvo su concierto de apertura el 25 de mayo, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Polifónico Nacional junto al pianista Horacio Lavandera y la cantante Elena Roger como invitados, donde interpretaron el Himno Nacional Argentino.
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En cuanto a la remodelación y construcción de salas, la principal fue La Ballena Azul, una sala de música sinfónica para 1.750 espectadores, un escenario de 250 metros cuadrados y la adquisición del órgano Klais 1912, que la convirtieron en una de las salas sinfónicas más destacadas de la región.
Además, se construyó una Sala de Música de Cámara para 540 personas y la Gran Lámpara, un espacio de 2 mil metros cuadrados destinado a exhibiciones, que se ubica en el sexto y séptimo piso y está revestido por placas de vidrio que emiten luz.
Las antiguas oficinas se transformaron en espacios para proyección de videos, conferencias y exposiciones. Por su parte, hay seis salas auditorios para más de 100 espectadores.
También se conservaron las salas originales de atención al público, y los cerramientos de vitraux que en 1993 fueron restaurados por la arquitecta Victoria Braunstein. En muchas de las salas se conserva el mobiliario original.
Por último, en la cúpula, un vidrio facetado y un sistema de luces led se convirtió en un gran foco de atención. Esta área cuenta con un escenario levadizo, bancos laterales de pinotea, luces escénicas y un exclusivo sistema de refrigeración.
Este martes 7 de mayo de 2024, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó la denominación a través de un breve posteo en su cuenta de X, exTwitter, a meses de haber anunciado el cambio de nombre del edificio. La intención de la administración libertaria es avanzar en la batalla cultural para “deskirchnerizar” la denominación de los edificios públicos.
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La modificación se instrumentaría a través de un decreto de necesidad y urgencia para modificar la ley 26.794 del año 2012, que cambió el nombre original de Centro Cultural del Bicentenario por el de “Presidente Néstor Carlos Kirchner”.
Tras el anuncio, fuentes de La Libertad Avanza revelaron que la decisión de modificar la denominación responde a que consideran que el apellido Kirchner está vinculado a la “corrupción”.
Informe de Ignacio García Iturriza.
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Palacio Libertad será la denominación que se utilizará para mencionar al edificio ubicado en Sarmiento al 151.