La Rosada respalda a Guzmán e insiste en que Basualdo se irá

La frustrada salida del subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, que Alberto Fernández y Martín Guzmán no concretaron agigantó la crisis política en el Gobierno y dejó en un estado de fragilidad al jefe de Estado.

Hasta el momento se desconoce si Fernández buscará forzar la salida del funcionario esta semana o después de la gira prevista para el 10 de mayo por Europa.

El viernes, cuando Guzmán intentó hacerlo a través del secretario de Energía, Darío Martínez, Basualdo avisó al Instituto Patria y logró poner en el freezer su renuncia. 

El subsecretario es uno de los tantos funcionarios que responde a Cristina. Desde La Cámpora salieron a sostenerlo.

Como Alberto Fernández, Guzmán quedó en una posición más que incómoda. 

En negociación con el FMI, el ministro ajustició a Basualdo como una demostración más que explícita de su interés por meter mano en el desequilibrio económico a través del ajuste tarifario, es decir, en la rebaja de subsidios para empezar a bajar la emisión, que impacta en la inflación.

A última hora del viernes, el gobierno publicó en el Boletín Oficial lo que, según Guzmán, debería ocupar el centro de la agenda: el incremento del 9% en las tarifas de energía eléctrica para los usuarios de la ciudad y el Gran Buenos Aires, el primer paso del plan que el ministro pretende diseñar con respaldo del Presidente, pero sin el permiso de la vicepresidenta.

Para el kirchnerismo, el aumento tarifario en el conurbano es crucial. 

Según trascendió, el enojo del ministro con Basualdo es de hace más de un año. En su entorno sostienen que el funcionario "estuvo un año y medio" sin armar un esquema de segmentación tarifaria y de "renegociación razonable con las empresas".