UCR de Córdoba: alianza Negri-Mestre se adjudicó el triunfo

El presidente del interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio, Mario Negri, y el ex intendente capitalino y actual presidente partidario, Ramón Mestre, son los impulsores de Carasso, principal referente de la lista Convergencia Radical.

De Loredo, yerno de quien fuera ministro de Defensa del macrismo Oscar Aguad, cuenta con el respaldo del legislador nacional porteño y líder de Evolución Radical, Martín Lousteau, quien estuvo acompañando al dirigente durante la campaña en capital e interior de Córdoba.

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Desde el área de prensa de Convergencia, aseguraron este domingo a la noche a Cadena 3 que Marcos Carasso se impuso en la contienda por el Comité Provincial con un 58 por ciento de los votos, contra un 42 por ciento de De Loredo.

"Se constituye el fortalecimiento del partido, y a partir de ahí el cambio en la provincia. Lo de hoy es una guía de lo que va a pasar en Córdoba, tras un gobierno nacional que conserva las mismas prácticas durante más de 20 años, con una gestión que no gestiona", expresó Ramón Mestre ante la posible victoria, que habría sido por más de 10 puntos, con la votación de unos 15 mil afiliados, una cantidad que calificaron como "baja, pero de importancia".

Además, informaron que votaron 30.500 afiliados, un 18% del padrón del partido. 

Desde el mismo sector interno de la UCR, señalaron que en la capital ganó Diego Mestre sobre Javier Bee Sellares por 400 sufragios, con unos 12.500 votantes.  

De todos modos, desde Sumar, el espacio que lideran Rodrigo de Loredo y Javier Bee Sellares, aseguraron que el primero, actual concejal capitalino, es el ganador en el tramo provincial.

“Por el momento, nuestros cómputos nos arrojan una diferencia a nuestro favor importante en el interior. Todavía seguimos recibiendo actas de circuitos, que pueden ser finalmente dirimentes en la diferencia”, expresó en un comunicado la agrupación de De Loredo.

“La Junta Electoral oficialista, la misma que intentó proscribirnos, no ha publicado ni da a conocer ninguna información oficial, ninguna carga de actas, ni de resultados en los departamentos, ni en los circuitos. El oficialismo partidario ha sido el responsable de todo este proceso. Por eso le pedimos que, si se autoadjudican un triunfo, que a nosotros no nos consta, que publiquen algún dato oficial”, añade el texto.

Por su parte, Diego Mestre, de Convergencia, afirmó: “Como presidente del comité capital de la UCR, le voy a aportar compromiso, seriedad, responsabilidad y, sobre todo, lo que estamos buscando: la unidad del partido, el fortalecimiento y la visibilidad del mismo, pero en primer lugar debemos dejar atrás las diferencias”.

De cara a las elecciones de medio término y las que vendrán para la gobernación, Mestre expresó: “Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para presidir un radicalismo protagonista, que no sólo dé una discusión en estas elecciones legislativas. que son muy importantes para nuestro país, sino las que vamos a dar dentro de dos años para gobernador e intendente, donde tenemos mucho para decir como oposición hoy y mucho para proponer, presentando alternativas de solución a los problemas que tenemos en nuestra realidad cordobesa desde hace un cuarto de siglo”.

Disputa judicial previa a la interna

Tres listas se habían inscripto para participar de la contienda electoral, Convergencia, Sumar y Córdoba con Todos. Sin embargo la Junta Electoral había aprobado únicamente la lista del oficialismo, al sostener que las dos restantes no reunían los requisitos de avales en la mitad más uno de los 26 departamentos para participar.

Sumar fue el único sector que apeló y judicializó la decisión de la Junta Electoral, y el juez federal Ricardo Bustos Fierro falló, el 5 de marzo, a favor del reclamo de De Loredo y revocó las resoluciones de las autoridades electorales partidarias y habilitó la realización de internas.

Entre los fundamentos, el magistrado consideró que la Junta Electoral "omitió" algunos criterios legales "para permitir a la alianza Sumar rectificar o corregir los errores" sobre los requisitos, por lo tanto la colocó en un "estado de indefensión, violatorio del debido proceso y del derecho de defensa".

Negri y Mestre, dos de los socios políticos más importantes de Juntos por el Cambio -ex Cambiemos- se encontraban confrontados y distanciados a partir de no haber logrado una lista unidad para las elecciones provinciales y municipales de 2019, en las cuales compitieron con listas separadas y resultaron derrotados.

Fue la cuarta elección interna que el radicalismo cordobés desde 1983, una herramienta que Martín Lousteau consideró cuando visitó la ciudad de Córdoba como “muy importante si queremos un radicalismo y un Juntos por el Cambio más grande y mejor, que quiera gestionar y salga de la comodidad de las legislativas”.

Carasso llevó para la vicepresidencia 1º al Comité Provincial de la UCR a Gladys Ruetsch y como primer delegado al Comité Nacional a Mestre.

Carasso tuvo como principal eje de su campaña la “unidad del radicalismo” y, en ese sentido, había adelantado que, luego de los comicios, el próximo lunes, convocaría "a todos, para que juntos construyamos un radicalismo fuerte y, a partir de allí, armar un proyecto que enamore a los cordobeses”.

Por su parte, el concejal De Loredo estuvo acompañado en la lista por Verónica Gazzoni como vicepresidenta 1º y Marcos Ferrer en primer lugar como delegado al Comité Nacional de la UCR.

Otro de los enfrentamientos más interesantes de las elecciones internas fue la carrera por la presidencia del Comité Capital de la UCR entre el diputado nacional Diego Mestre (por Convergencia) y Javier Bee Sellares, quien se desempeñó como funcionario de Ramón Mestre en la Municipalidad.

La secretaria Electoral de la UCR, Verónica Garabe, detalló a que para estos comicios estuvieron habilitados 226.822 afiliados en toda la provincia, de los cuales 83.786 corresponden al departamento Capital.

Las mesas fueron 760 en todo el territorio provincial y 168 en la capital. La boleta que se utilizó es la tradicional que, según el distrito de votación, tuvo hasta siete tramos separables.

El proceso fue autorizado por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y, a tal efecto, se estableció un estricto protocolo para cumplir con las normas sanitarias, en el marco de la pandemia del coronavirus.

Salvo en las grandes ciudades, donde se pudo habilitar hasta cuatro mesas de votación por establecimientos educativos, en la mayoría hubo una o dos mesas. 

El distanciamiento de dos metros entre electores, el uso obligatorio de barbijo no quirúrgico y un máximo de cinco electores simultáneamente por mesa fueron algunas de las exigencias establecidas por el COE.