La baja de la violencia alivia al HECA: atención a heridos de bala cayó un 67%

La baja en los índices de violencia en Rosario producidos en los últimos meses en la ciudad repercute directamente en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Con números oficiales que dan cuenta una reducción mayor al 60% de heridos de arma de fuego en la ciudad en los primeros cinco meses del año, el hospital bajó considerablemente la demanda en la atención de estos hechos, que si bien no son los que generan mayor ocupación de cama, sí requieren muchos días de internación y múltiples intervenciones quirúrgicas.

La directora del HECA, Andrea Becherucci, detalló a Cadena 3 Rosario cómo la disminución en los casos de violencia ha repercutido en el funcionamiento del hospital. "Nosotros ingresamos habitualmente alrededor de 2.200 pacientes por mes, la mayoría a través de la guardia", explicó la doctora. Entre estos pacientes, una parte importante de ellos son heridos por hechos de violencia, incluyendo heridas de arma de fuego y arma blanca.

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La reducción de la violencia en la ciudad, reflejada en los datos del Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe, ha significado una baja notable en el ingreso de pacientes con heridas de bala en el hospital de emergencias por excelencia de la ciudad. Según el observatorio, durante los primeros cinco meses de 2024 (últimos datos oficiales), Rosario registró 175 casos de personas heridas de arma de fuego, lo que representa una disminución del 60,3% en comparación con el mismo período del año anterior.

Este descenso se ha visto reflejado en las estadísticas del propio hospital. "Antes teníamos un promedio mensual de 40 pacientes con heridas de arma de fuego, pero en el mes de mayo solo ingresaron 13", señaló la directora, lo que da cuenta de una baja del 67,5%.

A pesar de que los heridos bajo estas circunstancias representan solo menos del 1% de los ingresos totales del HECA y en años críticos llegó al 1,8% (2020), su atención implica un alto costo en términos de recursos y tiempo. "Estos pacientes requieren múltiples intervenciones quirúrgicas y estadías prolongadas en terapia intensiva, con un promedio de 14 días de internación", explicó Becherucci. La disminución en su número ha liberado camas y ha permitido un manejo más eficiente de los recursos hospitalarios.

Además, la doctora subrayó el impacto que la atención de estos casos tenía sobre el personal médico. "No solo reduce costos, sino también el estrés y la carga de trabajo para nuestros equipos", afirmó.

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En términos demográficos, se ha observado un cambio en el perfil de los heridos de arma de fuego. "Cada vez vemos más jóvenes y mujeres entre las víctimas, aunque los hombres siguen siendo la mayoría", comentó Becherucci. Según el observatorio, el 12,9% de los heridos de arma de fuego en la provincia durante los primeros cinco meses de 2024 fueron mujeres, una proporción menor comparada con el año anterior, pero que aún refleja una presencia significativa.

Sin embargo, esto no implica que el HECA esté vacío ni mucho menos: hoy, la totalidad de camas está ocupada, producto de situaciones estacionales como patologías respiratorias, accidentes de tránsito y otro tipo de intervenciones complejas.