El Gobierno compró 100 pistolas Taser y CABA aún tiene frenado el ingreso de 60

El Ministerio de Seguridad confirmó la compra de 100 pistolas Taser que serán utilizadas por los grupos especiales de fuerzas federales. Según se informó el proceso de compra se inició en octubre de 2022 y todavía no finalizó. 

El monto de la operatoria es de $293.490 dólares y se concentrará de forma directa por la firma Axon Enterprise INC, según indica la resolución publicada en el Boletín Oficial del pasado 4 enero.

El dato se conoció días después del asesinato de Maribel Zalazar, una oficial de la Policía de la Ciudad que murió baleada en la estación de Retiro, de la ciudad de Buenos Aires. El hecho reflotó una vieja discusión entre el oficialismo y la oposición por el uso de las Taser.

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No obstante, desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires salieron a reclamar por el ingreso de 60 armas Taser para sus fuerzas de seguridad que están frenadas por la justicia y porque falta una autorización de la ANMac.

Al respecto Waldo Wolff, secretario de Asuntos Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dijo a Cadena 3 que las armas que compraron están trabadas y todavía no pueden ingresar al país.

“Falta una autorización de la ANMac y la justicia todavía no se ha expedido pero con la noticia de que las fuerzas nacionales adquirieron pistolas Taser y a la ciudad no la dejan importar, desde lo político es un insulto a los ciudadanos y porteños y desde lo judicial vemos si le cabe penalidad a los funcionarios que traban esto”, planteó.

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Según Wolff, se han usado instrumentos políticos para impedir el ingreso de estos elementos. “Hace unos días el juzgado intimó a la Nación a que se expida al respecto. Por suerte vivimos en un estado de derecho pero el gobierno nacional las utiliza para poner palos en la rueda a los porteños”, agregó.

Según detalló la compra de pistolas Taser para CABA se aprobó en 2019 y a partir de entonces inició el proceso de licitación para la compra de armas, las que ingresaron una vez que terminó la gestión anterior y en la actual todavía no las han podido importar.

Entrevista de Miguel Clariá