Guadalupe Curual vivió "un infierno" en sus últimas 48 horas

“Guadalupe venía sufriendo episodios de violencia desde hace mucho tiempo. Paralelamente a Lucía le pasaba lo mismo”, relató.

Según Valeria, “las últimas 48 horas de vida de Guadalupe fueron un infierno”. “Este asesino se encargó de manipularla psicológicamente y le decía cómo iba a ser su muerte”, aseveró.

“Le repetía que ella era suya y que si no estaba con él no estaría con nadie. Matarla fue su objetivo y lo consiguió”, continuó.

Valeria aseguró que “todo lo que pudo hacer Guadalupe para cuidarse, no fue suficiente”. “Ella había hecho muchas denuncias previas y había orden de perimetrales, pero se cansó de pedir que se tomaran cartas en el asunto con este asesino”, dijo.

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La joven también relató que en los últimos tiempos, “sus amigos y amigas se encargaban de cuidarla”.

En la jornada de este miércoles, familiares y amigos de Guadalupe se convocaron en la puerta de la fiscalía.

“Los fiscales no sienten empatía. Mientras escuchas las excusas te imaginas a la hijita de Guadalupe que se quedó sin mamá no tiene papá y tuvo que pasar ya dos noches en una familia en guarda”, lamentó Valeria.

“No sé si no tienen vocación o si el trabajo los ha endurecido, pero no sienten compasión ni cuando una mujer está muerta”, añadió.

“Las manos de un asesino mataron a Guadalupe, pero también la burocracia formó parte de ese camino doloroso”, finalizó.

Entrevista de Miguel Clariá.