Indignación por el corte del puente de Cipolletti

"Cortar el puente se volvió una costumbre, porque Cipolletti es una metrópolis. Entendemos que los reclamos son genuinos, pero ¿con qué derecho dicen que sus problemas son más importantes que los del resto?", cuestionó Bunter.

Según contó, los cortes que se realizaron durante toda la semana complicaron a mucha gente: hubo cheques rechazados porque no se pudieron generar depósitos, mercados desabastecidos, e incluso personas que necesitaban cruzar a Neuquén para seguir con sus tratamientos oncológicos.

"Había un chico de 11 años que tenía que pasar a Neuquén, la madre pidió por favor, le decían ''habla con este, con el otro'' y al final la señora cruzó a pie ese kilómetro y tuvo que tomar un taxi del otro lado", relató. 

E indicó que "no es solo por la actividad económica" sino que "es completamente ilegal lo que están haciendo".

"Las autoridades no nos dieron respuestas, esto es tierra de nadie, y nadie se pone los pantalones", manifestó.

Y añadió que "mucha gente de Cipolletti trabaja en Neuquén" y, producto de los cortes, tienen que cruzar caminando o hacer "más kilómetros de los que permite el presupuesto de un trabajador". 

"Y esto la gente no lo ve, mucha gente de Neuquén viene a atenderse acá y eso no lo ve nadie", agregó.

"Acá te robas una gallina y vas preso, pero cualquier hijo de vecino con dos gatos y un perro te corta el puente. Estas cosas que delinquen contra la población y no tienen respuesta de las autoridades", concluyó.

Entrevista de Luis Fernández Echegaray.