Córdoba
03/09/2019 | 06:50 | Enfrenta cargos por torturar y esclavizar a su pareja durante más de 20 años. Los hechos sucedieron en la localidad cordobesa de San José, en el Valle de Traslasierra.
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Este lunes, comenzó en los Tribunales de Villa Dolores el juicio en contra del hombre que fue acusado de "someter a la servidumbre a su pareja" en los Tribunales de Villa Dolores.
Fernando Jesús Agüero (42) está acusado de torturar física y psicológicamente a su mujer, esclavizarla y hacerle realizar actividades serviles.
El hombre está preso desde 2018 por "reducción a la servidumbre", constituyéndose en uno de los pocos casos que se encuadran en este tipo de causas.
La víctima de estos hechos es Stella, la ex pareja de Agüero y con la que comparte la parentela de dos chicos.
"En su momento recibí ayuda pero no la quise tomar por miedo. Miedo a no saber qué va a pasar el día después. El momento después de hacer la denuncia, volvés a tu casa y no sabés qué va a pasar. Así fue pasando el tiempo", contó a Cadena 3 Stella.
Según el relato de la mujer, la ayuda del comisario que la atendió cuando finalmente se decidió a acudir a la Policía fue lo que la impulsó a contar su calvario.
"Me sentí entre la espada y la pared. Me sentí asfixiada con mis hijos ahí al frente mío y el comisario me decía que tenía que hacerlo. Que tenía que terminar con esta vida", recordó.
En ese momento, Stella interpeló al comisario y le preguntó qué iba a pasar cuando volviera a su casa.
"Después de la denuncia me pude ir a otro lado. Me prestaron una casa y él se quedo en la nuestra. El comisario me ayudó mucho y mis hijos me decían: 'Dale mami, estamos hartos'".
Al ser consultada sobre cuándo comenzó la violencia por parte de su ex pareja, contó que el primer hecho sucedió después de un mes de conocerlo.
"Lo conocí cuando tenía 20 años en barrio Las Magnolias. Al principio no fue violento pero después sí. Comenzó con las prohibiciones: 'No mires, no saludes, no quiero que vayas a la iglesia'", expresó.
Y agregó: "Uno naturaliza que así tiene que ser. 'Quédate callada, sino te doy un sopapo'. Y para que eso no pase, seguía sin decir nada". Uno cree que tiene que ser así porque una se casó y tiene que rendirle respeto al marido. Había más malas que buenas y había que quedarse callada".
Una de las situaciones más difíciles que Stella tuvo que sufrir fue cuando su marido llevó a vivir a su casa a otra pareja con la que tenía cuatro hijos.
"Ella estaba embarazada y me llevó a vivir con ella hasta que le consiguiera un alquiler. Yo lloraba y le pedía a Dios que pudiera seguir aguantando. Preguntaba hasta cuándo. Hablaba sola porque no podía contarlo porque si él se enteraba era otra pelea".
Finalmente, al ser consultada sobre si seguía con miedo, la mujer dijo: "Mas o menos porque todas las amenazas que sufrí me fueron preparando. Él me decía: 'Voy a ir preso pero algún día voy a salir y no sé a dónde te vas a meter'".
Según la acusación, el hombre golpeaba todos los días a su mujer. Otros de sus maltratos consistía en obligarla a desnudarse y dejarla toda la noche afuera de la casa, exigirle que durmiera sentada y hasta golpearle el mismo muslo para dejarla renga.
El delito de servidumbre prevé entre cuatro y 15 años de prisión. Además, Agüero está acusado de lesiones leves, amenazas, coacción calificada por el uso de arma, desobediencia a la autoridad y agresión calificada.
Entrevista de Miguel Clariá.