Prepagas cerradas: ¿qué es lo que cambia y cómo afecta a los afiliados?

Las nuevas regulaciones en el sistema de prepagas generan incertidumbre entre los afiliados, especialmente en lo que respecta a las prepagas cerradas.

En diálogo con Radioinforme 3, Carlos Regazzoni, extitular del PAMI, explicó qué las recetas solo serán válidas si son emitidas por médicos que forman parte de la cartilla de la prepaga o la obra social. Esto implica que un paciente que consulte a un médico particular o a un especialista no reconocido por su prepaga deberá buscar una nueva consulta con un prestador de la cartilla para obtener una receta válida.

En ese sentido, Regazzoni consideró que esta normativa "genera varios trastornos", ya que pacientes con tratamientos prolongados y específicos se verán obligados a recurrir a médicos de la cartilla, quienes podrían no estar de acuerdo con el tratamiento previamente indicado por su médico de confianza. "Esto pone al médico de cartilla en un compromiso", señaló, destacando que puede haber diferencias de criterio sobre el tratamiento adecuado.

Enfatizó que la norma también introduce una presión sobre los médicos de cartilla, quienes podrían sentirse coaccionados por los criterios del financiador, lo que podría ir en detrimento del interés del paciente. "Cuando uno es paciente quiere que le digan lo que realmente necesita", afirmó Regazzoni, subrayando que el sistema de financiamiento no siempre está en condiciones de evaluar la situación particular de cada paciente.

Por otro lado, Regazzoni abordó la preocupación sobre los tratamientos de alto costo y las decisiones judiciales que a veces obligan a las obras sociales a cubrir tratamientos no convencionales. "Ese caso es excepcional y no justifica la norma actual", argumentó señalando que ya existen mecanismos legales para abordar estos escenarios sin necesidad de nuevas regulaciones que compliquen el sistema.

También mencionó que la nueva normativa podría resultar "incumplible", ya que las asociaciones médicas están planteando su inconstitucionalidad. "La norma no tiene ni ton ni son y creo que ni siquiera se va a poder aplicar", concluyó.

Ante este panorama incierto, instó a que los pacientes se informen sobre si su obra social o prepaga es abierta o cerrada, y aclaró que, en teoría, si un paciente no puede utilizar la receta de su médico particular, deberá realizar múltiples consultas, lo que podría implicar un gasto adicional. "Termina pagando una vez de bolsillo y otra vez el financiador", sostuvo, evidenciando la ineficiencia del nuevo sistema.

"Se genera un círculo muy triste en el mundo médico que es que el médico se delimite a hacer recetas que otro profesional le indicó, muchas veces cuando no son ni siquiera de su incumbencia sino del paciente. El financiador tiene una herramienta para coaccionar al médico, lo cual lo pone en una situación muy delicada y contra su vocación porque recordemos que uno tiene que estar a velar por los intereses del paciente y no de los financiadores", lamentó.

Entrevista de Miguel Clariá