Presas de Bouwer piden el traslado de una reclusa trans

Gabriela Nahir F., de 27 años, fue condenada a más de 3 años de cárcel por "lesiones y amenazas" en octubre de 2017. Por su condición de transgénero y por haber hecho efectivo su cambio de sexo y nombre en el DNI, la Justicia ordenó que sea alojada en la cárcel de mujeres de Bouwer.

Sin embargo, sus compañeras de penal solicitaron su traslado por diversas situaciones "incómodas" que se dan en el día a dia en la cárcel: alegan que Gabriela Nahir F. no se viste como mujer y hasta formó pareja con otra reclusa del pabellón, quien estaría embarazada. También dicen sentirse "incómodas" por compartir las duchas con ella.

"El juez debe tratarla como mujer porque a partir de la ley 26.743 tiene derecho a tener su personalidad auto percibida. Sin embargo, ha habido reclamos de las otras reclusas. Hay una ley que se adecúa a los tiempos actuales pero no adapta la infraestructura. Imagínense si cinco reclusas auto percibidas como hombres son alojadas en una cárcel de ese sexo. Esto genera muchos problemas porque no hay una adecuación edilicia", dijo a Cadena 3 Juan Domingo Gacitúa, abogado de Gabriela Nahir F.

Según el letrado, lo que debería establecerse en cada una de las cárceles es el "tercer baño" para aquellas personas que tienen otras condiciones.

Por su parte, desde el Juzgado a cargo de la causa confirmaron que el traslado a otro pabellón no se puede solicitar porque para la ley es mujer y esta a donde tiene que estar.

"Estuve reunido con el INADI y, por esta ley, Gabriela mañana puede pedir la ratificación de la partida y puede volver a auto percibirse hombre. Ahora, imagínese que esto suceda y que sea trasladada a una cárcel con población masculina en donde le digan: 'Ah, así que te sentís mujer...".

Y agregó: "Este tipo de situaciones se suma a un estado de las cárceles que ya es preocupante: los presos están hacinados, viven con los baños tapados, con demoras en las pericias psicológicas. Esto va a explotar en cualquier momento", dijo Gacitúa.

Entrevista de Miguel Clariá