Qué sabía el investigador privado de la familia Benedetto

"Fue una búsqueda implacable, la familia nunca dejó de buscarlo y de común acuerdo armamos dos equipos: uno buscándolo vivo y otro muerto", explicó a Cadena 3 Marcelo Saggio, investigador privado contratado por la familia Benedetto, de Rosario.

En su momento, la fiscal adjunta del caso formó un equipo con baquianos, perros y helicóptero que rastrearon un anillo de hasta 2 kilómetros de donde apareció el vehículo, destrozado y con sangre. "Con una visión lógica, la fiscal dijo si le hubiese pasado algo grave, lo hubiésemos sabido. Evidentemente no fue así", comentó.

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Otro fiscal, más tarde, amplió el anillo a 5 kilómetros, lo buscaron incluso en otras provincias. El investigador resaltó que "la familia nunca escondió nada, siempre fueron abiertos sobre los problemas de adicción y bipolaridad del joven", que en su momento acababa de salir de un instituto de adicciones de Entre Ríos, muy conocido porque por allí había pasado también Diego Maradona.

"Él había venido feliz a la provincia a vacacionar. Ahora son los médicos forenses los que determinarán las causas de muerte", dijo Saggio.

Y agregó que no descartan que el joven haya tratado con alguna comunidad de San Marcos Sierras. "Esas mal llamadas 'comunidades', muchas veces son sectas encubiertas. Los amigos íntimos decían que estaba en esos entornos, porque ellos mismos habían hecho experiencias similares, de desaparecer unos días", explicó.

Y agregó que la propia fiscal, en un allanamiento a una de esas comunidades, tuvo un encuentro con una alemana que le dijo “¿Por que lo busca a su hijo? Él es una mente libre”.

"Es un caso con miles de aristas, los forenses dicen que fue una muerte violenta, el círculo se cierra en la pareja del joven, un cordobés y un marplatense, que fueron los últimos tres que lo vieron. Ellos saben qué pasó", acusó, y afirmó que "hay detalles que la investigación pasa por alto".

Entrevista de Miguel Clariá.