Ola de violencia
05/08/2020 | 13:00 | Quedó consumida por las llamas, al igual que otras seis propiedades. Vecinos apuntan a una comunidad mapuche y piden la intervención de Nación.
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La ola de violencia en Villa Mascardi, Río Negro, no cesa: esta vez la cabaña La Cristalina -situada en el kilómetro 2004 de la ruta nacional 40 sur- quedó consumida por las llamas.
El hecho sucedió el pasado sábado por la noche cuando el cuidador del lugar tuvo que retirarse porque su mujer estaba por dar a luz.
"Al volver, se encontró con el desastre. Esta gente está a la expectativa de seguir avanzando sobre terrenos. La nuestra es la sexta o séptima casa incendiada. No es un hecho aislado, viene sucediendo y no tenemos respuestas de Provincia ni de Nación", dijo a Radioinforme 3 Diego Frutos, dueño del lugar –quien se encuentra varado en Buenos Aires–.
Según Frutos, estos incidentes se acrecentaron tras decretada la pandemia ya que muchos efectivos fueron reasignados a Bariloche para hacer control vehicular.
Además, señaló a una comunidad mapuche en particular como la ejecutora de este tipo de hechos.
"Allá convivimos con una comunidad cercana, que está asentada en el lado norte del lago Mascardi, y tenemos una convivencia espectacular. Sin embargo, hay otro grupo que es un rezago del momento de Maldonado que se instaló ahí a fines de 2017 y que no están inscriptos en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). No están reconocidos como tales", comentó.
Además, indicó que este grupo -identificado como Lafken Winkul Mapu- es visitado asiduamente por políticos.
Al ser consultado sobre si hicieron el reclamo ante autoridades, Frutos afirmó que se presentaron ante Nación y Provincia, pero no obtuvieron ninguna respuesta.
"Se tiran la pelota entre ellos: la Provincia dice que debe responder Nación porque estamos dentro de un parque nacional, pero nosotros tributamos para ellos", explicó.
Finalmente, mencionó que la modalidad de este grupo es saquear los lugares, quemarlos y después apropiarse de las tierras.
"De un día para el otro perdés todo. Ellos quieren que dejemos el lugar y uno no puede quedarse. A los pocos días, largan una proclama y alegan que tienen que tomar posesión del lugar para cuidar el bosque", detalló.
Entrevista de Miguel Clariá.