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21/02/2020 | 07:33 | Ambos fueron atacados a la salida de boliches y murieron por golpes que les propiciaron varios jóvenes. A 15 años de la muerte del cordobés, no hay involucrados presos.
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Ambos jóvenes fueron asesinados en la puerta de boliches
Ni bien se conoció el crimen de Fernando Báez Sosa, en la puerta de un boliche de Villa Gesell en manos de un grupo de rugbiers, en Córdoba resurgió el caso de Marcos Spedale, muerto a golpes en la puerta de un lugar bailable del barrio Cerro de las Rosas.
Todo ocurrió durante la madrugada del 8 de enero de 2005 en la vereda de Rafael Núñez al 4700. Allí, unos diez jóvenes rodearon a Spedale, de 16 años, y le propinaron una paliza que se extendió por casi dos minutos. Los golpes desencadenaron en la muerte del joven y cuatro de los asesinos, un mayor de edad y tres menores, fueron condenados. Hoy, 15 años después del crimen, todos están en libertad.
"Fue un hecho terriblemente conmocionante para todos. Por lo absurdo, lo inexplicable y horroroso que ocurran este tipo de hechos y que generan en los padres terror cuando sus hijos salen a divertirse. Es algo que nos incluye a todos", dijo a Cadena 3 Juan José Rojas Morresi, juez de la Cámara 10 y miembro del Tribunal que condenó a los agresores.
Según Rojas Morresi, durante el juicio se demostró que Spedale -al igual que Báez Sosa- no quiso pelear y que la agresión duró dos minutos.
"Él les decía que no quería pelear y, a pesar de eso, continuaron. El médico forense dijo que quien le produjo la muerte fue quien le dio un golpe de arriba hacia abajo en los huesos de la nariz. En ese momento, se le produce una quebradura de los huesos, empieza a sangrar y uno de los agresores le pone la remera en la cabeza y lo sigue atacando", comentó.
Para el juez, ambos casos coinciden en que los atacantes "actuaron en manada". "Eso es propio de cobardes y de jóvenes que se escudan en la cantidad para agredir".
Durante el juicio de Spedale se comprobó que uno de los agresores -que tenía una remera manchada con sangre- corrió media cuadra y le entregó la prenda a un mozo de un bar. Ese atacante resultó absuelto.
Por el hecho hubo siete personas imputadas y cuatro de ellas terminaron condenadas. La pena mayor fue de 15 años.
"En aquel momento, se discutió la condena por ser excesiva. En el caso de Báez Sosa se pide una perpetua pero en aquel momento no daba porque fueron imputados por homicidio simple".
Entrevista de Miguel Clariá.