Nunca es tarde para empezar
05/02/2020 | 08:10 | Alejandra Grippaldi es marplatense y madre de tres niños. Solventó sus estudios con su peluquería y tras recibirse vendió todo y se fue a vivir a Europa.
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Terminó el secundario a los 34 y ahora es médica en Alemania (por Miguel Clariá)
Alejandra Grippaldi terminó el secundario a los 34 años, trabajando de peluquera y siendo mamá de tres niños.
Con una familia ya constituida y su propio empleo, decidió dar un vuelco a su vida y demostrar que nunca es tarde para empezar de nuevo.
Luego de terminar el secundario comenzó una carrera universitaria -primero Fonoaudiología y luego Medicina- se recibió de médica y actualmente vive en Alemania ejerciendo su nueva profesión.
"Yo dejé la escuela en el primer año de secundaria y abandoné el estudio", contó Alejandra en Cadena 3.
"Me fue muy bien con mi peluquería, no me puedo quejar, me dio muchas cosas y tomé un curso para la empresa L'Oreal de gerenciamiento de Spa y me surgió el deseo de aprender algo más que no sea peluquería. No me veía jubilada de peluquera, tuve que renegar mucho con negocios, empleados, pasé otras circunstancias y decidí ir a una escuela para adultos en Mar del Plata y terminé en cuatro años el secundario", reveló.
Al reflexionar sobre su vida, confesó que a sus 18 nunca se le ocurrió que iba a ser médica y que le costó mucho terminar el secundario: "Rendí cuatro veces mal matemáticas y cuando rendí bien dije: 'busco una carrera'".
"Yo me había vuelto a casar y hablé con mi ex marido y entre las posibilidades que había en Mar del Plata no estaba Medicina estaba Fonoaudiología en una universidad privada y ahí sí me enamoré de la anatomía. Teníamos anatomía de cabeza y cuello y un profesor me dice que se abría la carrera de medicina al año siguiente y una semana después se ve que él habló con alguien de la universidad y la universidad me ofrece hacer el ingreso a medicina y si yo mantenía las notas y rendía todo en Fonoaudiología ellos me iban a becar la carrera", relató.
Más allá de los temores que le generaban comenzar una carrera nueva y trabajar al mismo tiempo, fue el deseo de mejorar y de progresar lo que la llevó a seguir adelante.
"Cuando uno tiene el deseo de mejorar y progresar toma la decisión y cuando uno la toma no queda otra que seguir remando, hubo situaciones que dije cómo lo hice. A mí me sorprende cómo se sorprende la gente de mí", destacó.
En el último año de la carrera de medicina la universidad le permitía elegir hacer una rotación en el extranjero y motivada por la idea de ir a Suiza, Alejandra comenzó a estudiar alemán con una profesora particular.
"Desde tercer año tenía la idea de irme a otro país. Primero pensé en ir a Suiza y no conseguí la rotación y tenía una prima en Londres así que conseguí una rotación para ir a un hospital de ahí", recordó.
Con el dinero que obtuvo de alquilar su casa durante el verano hizo su rotación en Londres durante dos meses, donde tuvo como profesor a uno de los mejores cirujanos del mundo.
Regresó al país convencida de querer vivir en el extranjero y por el consejo y ayuda de varios conocidos eligió Alemania como destino.
Vendió todos sus bienes en Argentina para juntar dinero y desde el 11 de mayo de 2016 vive en Dusseldorf.
"Decidí venir con la más chica, los más grandes se prendieron al principio y cuando tenía todo planeado para venir acá me dijeron que no y eso fue un drama. Pero mi hijo del medio se vino después y está haciendo la carrera de chef y mi hijo más grande llega en unas horas para quedarse a vivir también", apuntó.
"Acá se valora la edad, no hay límites de edad para empezar la residencia y eso fue decisivo para venir", agregó al señalar que en Argentina no iba a poder realizar una residencia como cirujana porque tiene 46 años y la edad mínima es hasta los 36 o 40.
"Sabía que en Argentina no lo iba a poder hacer. Hace un mes rendí mi último examen para tener mi título y recibirme de médica", valoró.
Su camino profesional ha estado lleno de esfuerzo, perseverancia e incluso intentos fallidos. "Estuve un año entero en una escuela de alemán y desaprobé dos veces mi examen antes de aprobar", destacó.
Entrevista de Miguel Clariá.