Espanto en Córdoba
03/06/2021 | 13:40 | La mujer y tres hombres fueron detenidos. La menor está en custodia de su abuela y decidió continuar con el embarazo.
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La niña fue separada de su familia y entregada en tutela a su abuela. Bajo esa custodia es que se detectó que la menor cursaba un embarazo de cinco meses de gestación, y con el que decidió continuar y no abortar.
En las últimas horas la Justicia ordenó la detención de la madre y de tres hombres, entre los que se encontraba la pareja de la mujer y otros dos desconocidos.
La primera está imputada de corrupción de menores agravada por entregar a su hija para que sea violada. Los otros detenidos acusados de abuso sexual con acceso carnal. Se trata de la pareja de la mujer, de 51 años, y sus cómplices de 22 y 46, “amigos de la familia”.
Los arrestos se llevaron a cabo en las localidades de Colonia Bremer y Ucacha, al sur de la provincia de Córdoba.
La abogada María Moscoso dijo a Radioinforme 3 que “es una trama de horror doble” donde hay evidencias de “falencias del sistema de protección de los derechos del niño” y en donde la Justicia y la sociedad “llegaron tarde para muchas cosas”.
“Esta niña es una suma de vulneraciones que parecieran imposible de imaginar”, planteó.
“Estamos ante una mamá que fue protagonista del horror para su pequeña hija, de adultos que participaron de una intervención, de autoridades ineficientes y que recién comienzan a restablecerse sus derechos cuando llega al resguardo de su abuela”, enumeró.
Fue justamente la abuela la que al advertir que la niña se descomponía estaba cursando un embarazo, y según Moscoso quien se encarga de “restablecer sus derechos”, ante todo lo que venía padeciendo.
“Acá había una criatura que había sido víctima de abuso sexual, de desnutrición, de maltrato psicológico, de violencia de su máxima protección. Todo esto pasó inadvertido al Estado y a nosotros como sociedad”, lamentó.
“Llegamos tarde porque a todos les toca el cuidado de los niños. No pueden permanecer invisibles a los ojos de las seños, de las vecinas, de los comunicadores”, cuestionó.
“Este caso inicialmente se centró en algo que significó una presión para la niña porque parecía que el aborto era obligatorio para ella. Eso también generó en ella una nueva situación, donde tenía que manejar una presión con los recursos que tenía tras sufrir toda esto”, analizó.
Por último, indicó que la exposición de la situación generó el movimiento que permitió terminar el control de legalidad y que la Justicia imputara en menos de quince días a los involucrados.
“No debemos olvidarnos de estos casos. Cuando una niña está embarazada llegamos tarde a protegerla y cuidarla”, cerró.
Entrevista de Miguel Clariá.