Por encubrir a un violador
22/02/2022 | 14:26 | Se trata de Lucas Gómez, quien recibió una pena de dos años y seis meses de prisión condicional por encubrir al violador serial de La Calera en 2016.
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Condenaron en otra causa al policía acusado de matar a Blas
Condenaron en otra causa al policía acusado de matar a Blas Correa
El policía acusado de asesinar a Valentino Blas Correas, Lucas Gómez, fue condenado a dos años y seis meses de prisión condicional por encubrir al violador serial de La Calera.
La condena fue contra cuatro uniformados, acusados de encubrir en 2016 a Leandro Castañares, quien atacó a cinco mujeres ese año.
Según el fallo de la Cámara Octava del Crimen, tres de esos ataques ocurrieron luego de que los policías hicieran la “vista gorda” en un operativo en el que había sido denunciado el violador.
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Lucas Gómez, el efectivo que disparó y mató a Blas en 2020 en el marco de un control policial, está entre los condenados. De acuerdo al fallo judicial, Gómez no debía haber estado trabajando esa noche por esta acusación previa de encubrimiento.
El fiscal Hugo Almirón señaló a Cadena 3: “Fueron las condenas pedidas, están acreditados los hechos y el tribunal así lo admitió”.
De esta manera, indicó que queda probado que los policías debían haber actuado antes para que el violador cesara en su accionar, y no lo hicieron.
Las penas son por los delitos de encubrimiento y omisión de los deberes de funcionario público. Los otros condenados son Diego Busto, Gabriel Miranda Ércoli y Daniel Vigil. Recibieron entre dos años y medio y tres años de cárcel, de modo condicional. Sólo Busto dejó de ser policía, mientras que los otros tres continúan en actividad.
Gómez había sido imputado en 2017 por encubrimiento agravado en el marco de la investigación penal por el violador serial de La Calera, Leandro Castañares, quien terminó condenado a 15 años de cárcel por seis ataques sexuales.
En su momento, los cuatro uniformados fueron puestos en situación pasiva: se les retiene el 70 por ciento del sueldo, se les quita la pistola y no pueden trabajar en la fuerza.
Pero tiempo después el Tribunal de Conducta Policial resolvió que Gómez volviera de manera activa a la institución. Ni siquiera lo pusieron en tareas no operativas (de “escritorio”), como suele suceder en casos similares, en los que policías imputados vuelven a trabajar sin portar el arma ante la demora de las causas en su contra. Gómez volvió, se le dio un arma y se lo mandó a patrullar las calles. Esto, pese a que aún no se ha realizado el juicio en su contra.
Al revelarse esta situación, tras el asesinato de Blas, se produjeron dos derivaciones: la titular del Tribunal de Conducta Policial, Ana María Becerra, terminó imputada por un fiscal anticorrupción; y la Unicameral resolvió modificar el organigrama del Tribunal de Conducta, que ahora es de competencia del Ministerio Público Fiscal.
Javier Alarcón (31), el otro policía que el 6 de agosto de 2020 disparó contra el auto en el que viajaban Blas y sus amigos también tiene antecedentes desde 2013 por denuncias por lesiones leves y privación ilegítima de la libertad en medio de otro operativo. También le habían levantado la situación pasiva pesa a esta acusación.
Informe de Juan Federico
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