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10/04/2014 | 23:36 | En la final de 1974 ante Alemania Federal, los holandeses sacaron del medio y tocaron y tocaron, hasta que la tomó Johan Cruyff que aceleró y le cometieron penal.
Tan sólo habían transcurrido 90 segundos en el reloj del Estadio Olímpico de Múnich cuando Johan Neeskens ponía el 1 a 0, sin que los locales hubiesen podido tocar la pelota.
Pero los germanos reaccionaron y dieron vuelta el marcador antes del descanso con los tantos de Paul Breitner y Gerd Mueller, que otorgaron a la República Federal de Alemania un segundo título de campeona del mundo.
De todas formas, ese gol de la “Naranja Mecánica”, sigue siendo el más rápido que se haya anotado en una final de la Copa del Mundo.