Rompiendo esquemas
17/05/2021 | 10:58 | Este producto se convirtió en uno de los protagonistas de muchas mesas argentinas, ya sea por su versatilidad como por su precio. En la nota, algunos acompañamientos diferentes.
La carne de cerdo ha crecido en materia de consumo en los últimos tiempos como ingrediente para la elaboración de múltiples recetas, desde las más tradicionales como el asado a la parrilla, pasando por el horno o, incluso, cobrando protagonismo en los rellenos de empanadas, pastas y salsas.
Y es que, además de ser mucho más económica, es una carne tierna, jugosa y muy versátil que no requiere tantos trucos ni técnicas a la hora de prepararse.
Ante el incremento de su consumo, el comensal ha ido complejizando su paladar y busca nuevas opciones que le permitan acompañar los platos.
Por eso, en Descubrí Sabores, te proponemos cinco vinos, cinco cepas poco convencionales que maridan perfecto los platos con cerdo y te van a volar la cabeza. ¿Te animás?
/Inicio Código Embebido/
Mirá también
Una experiencia única
/Fin Código Embebido/
Una excelente opción para maridar platos con cerdo es optar por un rosado que sea contundente, cuya acidez sea –incluso- mayor que la de algunos tintos. Si la elección es un Rosado de Malbec, o un Rosado de Syrah, sin duda serán los candidatos perfectos.
Otra alternativa es el Pinot Noir. Es un vino de maridaje bastante versátil. Sin dejar de ser un tinto, posee frescura, acidez alta, taninos medios y es muy cercano a la madera, lo cual lo convierte en el compañero ideal de carnes de sabor delicado como la del cerdo.
Es el turno de los blancos. ¿Vino blanco para acompañar carne?, la respuesta es: sí. Aunque convencionalmente son usados para cortejar mariscos y pescados, los blancos pueden ser vinos que encajan a la perfección en el maridaje del cerdo. Por ejemplo, la acidez del Albariño limpia el paladar y contrasta armoniosamente con la grasa del cerdo. Un Chardonnay, con un leve paso por madera, también puede ser el aliado perfecto en cada bocado.
Hace mucho que las burbujas dejaron de ser privilegio exclusivo de los brindis y cierres de cenas. El consumo de espumosos como maridaje es una tendencia en alta y, en este caso, también pueden comportarse armoniosamente con el cerdo, dado que el dióxido de carbono limpia la boca a su paso y hace que no se note -o no resulte tan invasiva- la presencia de grasa.
La idea del vino para acompañar es concederle todo el protagonismo al plato. El maridaje debe ser un complemento y un aliado, no un competidor en la cena.
Informe de Yeny Ortega Benavides.