Una tendencia que crece
22/11/2022 | 14:17
Redacción Cadena 3
Yeny Ortega Benavides
Desde la antigüedad, muchas culturas han considerado que la luna ejerce una influencia directa sobre los cuerpos que habitan el planeta.
Es sabido, además, que esta influencia es mayor en los líquidos, a tal punto que en culturas ancestrales, pescadores y agricultores adecuaban los períodos de pesca, siembra y cosecha a las fases o movimientos lunares.
La palabra biodinámico proviene del griego bios (que significa vida) y dynamis (que significa energía). Aplicado al mundo de la vitivinicultura, la biodinámica podría definirse como un método de elaboración acorde con la visión de que la energía necesaria para la realización de los procesos, fluye a través de los seres vivos involucrados en la elaboración de vinos.
Desde esta perspectiva, el viñedo es también considerado como un organismo vivo en el que cada elemento es imprescindible para completar el ciclo.
La biodinámica tiene como objetivo, más allá de la elaboración de vinos de calidad, lograr el equilibrio entre todos los agentes intervinientes.
“La biodinámica nace a partir de las conferencias que desarrolló el filósofo austriaco Rudolf Steiner cerca del año 1928, cuando planteó los principios de la antroposofía”, explica a Descubrí Sabores Viviana Michel, ingeniera agrónoma y jefe del Área Agrícola de la Cooperativa La Riojana.
La antroposofía de Steiner, aplicada a la agricultura, buscaba métodos de producción más amigables con el ambiente para preservar la "salud" de la Tierra.
Steiner inventó una serie de “recetas” y compost naturales para preparar los campos de manera natural.
Entre ellos están el azufre, el pasto y los cuernos de vaca.
“Él veía que, poco a poco, con el paso de los años y de la agricultura convencional, se iba produciendo una pérdida de biodiversidad e, irremediablemente, la destrucción de los ecosistemas”, explica Michel.
Para la biodinámica todos somos parte del universo, y las energías influyen en cada ser vivo que lo habita. La uva no es una excepción.
Los vinos biodinámicos son, en primer lugar, vinos orgánicos (esto quiere decir que en el viñedo no se usaron productos artificiales como herbicidas, pesticidas o fertilizantes sintéticos, sino métodos naturales que preservan la tierra y el medio ambiente).
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Además, cuando las uvas son cultivadas, se intenta que haya una intervención mínima para lograr el producto final: el vino.
Además de ser orgánicos, los vinos biodinámicos tienen como característica fundamental que durante todo su proceso (siembra, cultivo y elaboración) se tomó en cuenta el calendario lunar.
La Cooperativa La Riojana es una de las pioneras en el desarrollo de esta técnica. Desde el año 1999 comenzó a ser orgánica, y en el año 2017 decidió desarrollar la biodinámica para sus viñedos y olivares en su Finca Ciudadela 2.
En su viñedo biodinámico se gestan varietales Malbec, Syrah, Bonarda, Pinot gris y Torrontés, que se comercializan con la etiqueta "Rayo de luna".
Los vinos biodinámicos deben estar certificados. Demeter Internacional es la única entidad que otorga esa certificación.
“La tendencia del mundo de volver a lo natural está dada en que somos conscientes de la existencia de un cambio climático que nos marca que no hemos sido muy cuidadosos con el ambiente. En la medida en que volvamos a cuidar un poco más los recursos, podremos seguir viviendo en este mundo como lo conocemos”, defiende Michel.
Informe de Yeny Ortega Benavides.
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