¿Por qué mis heridas no cicatrizan?

Salud

¿Por qué mis heridas no cicatrizan?

22/10/2018 | 13:41 |

El tipo de herida, la profundidad, la localización y la edad son algunos de los factores que retrasan la cicatrización de las lesiones.

Las heridas, lesiones producidas en cualquier parte del cuerpo (piel, músculo, nervio), son ocasionadas por la manipulación de elementos cortantes, caídas, golpes o accidentes. Al momento de tratar una herida es necesario identificar de qué tipo de herida se trata, ya que pueden diferenciarse entre crónicas o agudas, y superficiales o profundas.

Las heridas crónicas son aquellas que tardan más tiempo en sanar y que pueden conllevar algún tipo de complicación. Por el contrario, las agudas, son las que sanan sin complicaciones y a corto plazo.

Respecto a las heridas superficiales o profundas, se entiende que las primeras de ellas se caracterizan por ser una lesión exterior dañando la piel en sus capas externas. Mientras que, la segunda hace referencia a heridas que llegan a dañar los tejidos de la piel.

Las heridas que aparecen en sitios donde la piel recibe una presión constante y anormal se denominan úlceras de decúbito, también conocidas como úlceras por presión o escaras. Son comunes de observar en personas que han estado acostadas sobre un mismo sitio durante un período prolongado de tiempo por padecer enfermedades postrantes.

En algunos casos en los que el individuo no tiene la posibilidad de moverse por sus propios medios, pueden sufrir complicaciones de infección. En estos casos, la prevención radica en el cambio regular de posición para evitar la presión sobre una misma área del cuerpo, sumado a la higiene para evitar que se produzcan injertos en la piel.

Heridas y cicatrices

El proceso de cicatrización consiste en reparar los tejidos dañados del organismo. Su tratamiento habitual es la higiene con agua oxigenada o jabones antibacterianos y el reposo, para prevenir riesgos. Uno de los más precupantes son las infecciones, las cuales, en algunos casos puede convertirse en una herida crónica, o bien en indicador de enfermedades sistémicas como diabetes y anemia.

Sin embargo, no existe un tiempo exacto de cicatrización, ya que depende de factores como la profundidad y la localización de la herida, la edad y el estado de salud de la persona.

La cicatrización se retrasa en aquellos pacientes que padecen diabetes, anemia o trastornos circulatorios venosos o arteriales. Lo mismo sucede en heridas localizadas en determinados sitios del cuerpo que presentan movilidad, pliegues, piel tensa, o bien, la zona de las palmas, la planta del pie y articulaciones.

Un tipo de cicatriz más visible son las queloides, que se caracterizan por su consistencia dura y prominente relieve sobre la piel. Si bien hay personas que, genéticamente, tienen predisposición a desarrollar queloides, este tipo de cicatriz se observa con mayor frecuencia en zonas de la piel que se encuentran más tensas, tales como los hombros y la piel que recubre el tórax.

La aparición de queloides puede deberse a traumatismos de cualquier tipo, al padecer acné quístico y también como consecuencia de piercing en los lóbulos de las orejas. Si bien pueden tratarse de manera variada, no siempre resulta eficaz su tratamiento. Entre los procedimientos más habituales que se emplean, se destaca la presión ejercida con planchas de silicona u otro material que sea plano y duro sobre la lesión. También es posible realizar criocirugía (aplicar frío sobre las lesiones para destruirlas) o braquiterapia (forma suave de radioterapia), entre otras técnicas.

Todas las heridas cicatrizan, pese a que tardan más tiempo que otras en hacerlo. Sin embargo, si la herida lleva más de un mes sin cicatrizar es importante consultar a un médico dermatólogo para conoer con precisión la causa de ello y realizar un tratamiento que permita lograr la cicatrización adecuada.

Servicio de Dermatología de Sanatorio Allende.