"El Dibu" Martínez cumplió 30 años: del "no" de Boca y River a convertirse en héroe albiceleste

6 de julio de 2021. Brasilia. La cosa empezaba ahí. Aunque, en realidad, venía desde hace varias semanas antes. Esa noche, Emiliano Martínez pasaba a ser simplemente “El Dibu” para los pocos que aún no lo conocían. 

Casi de la nada, su apodo comenzó a sonar en cada plaza de barrio, en el agudo grito de miles de chicos que se tiraban de un lado a otro entre dos remeras disfrazadas de palos. Los niños jugaban a ser él. “El Dibu” jugaba a ser leyenda.

Damián Emiliano Martínez nació un 2 de septiembre de 1992 en Mar del Plata. De padre pescador y madre empleada de casas particulares, creció en el seno de una familia humilde y trabajadora en el barrio Jardín de la ciudad costera. Lejos de los lujos y abrazado a sacrificios, mamó desde chico la cultura del esfuerzo.

A los cuatro años comenzó a dibujar su romance con la pelota en el club General Urquiza de "Mardel". Pasó por varios puestos, pero desde pequeño ya era alto y encontró su vocación de atajar jugando con chicos de categorías más grandes. Su estatura, precisamente, es una de las particularidades que lo posicionaron en la mira de los ojeadores en forma prematura.

Del rechazo de Boca y River a Independiente

Con 10 años se probó en Boca y en River, pero no quedó. Estuvo un tiempo en San Isidro y en Talleres, ambos de su ciudad natal, hasta que el técnico marplatense Roberto "Cacho" González, su descubridor, le consiguió una prueba en Independiente, el club de sus amores. Y ahí la cosa tomó otro rumbo.

"Me impresionó la altura que tenía a los 12 años. Por ser tan alto y arquero, podía llegar. Estuvo en Talleres, en San Isidro. Fuimos a Boca, fuimos a River, no quedó y lo llevamos a Independiente", recordó González tiempo atrás en diálogo con Cadena 3.

"Si yo veo que tiene condiciones, sigo insistiendo, y ahí en Independiente lo vio (Pepé) Santoro y el mismo día que fue a la práctica quedó e hizo la pretemporada", destacó.

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"‘Dibu’ llegó al club (Independiente) a los 13 años y nunca había trabajado con un entrenador de arqueros. Tenía condiciones y lo incorporé; algunos me preguntaban ‘qué le vi’ y el futuro me dio la razón", supo contar a Cadena 3 Santoro, un símbolo del arco del "Rojo", quien le puso el apodo que hoy lo identifica como el DNI por su parecido al dibujito de la serie "Mi familia es un dibujo".

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En las inferiores del club de Avellaneda se perfeccionó y creció, pero no todo fue color de rosa (o de rojo). A Emiliano le disgustaba la idea de alejarse de los suyos para estar en la pensión de Independiente, pero entendió que era necesario para llegar al profesionalismo y ayudar a que sus padres puedan trabajar menos para estar más tiempo con él.

Llegó a disputar el Sudamericano Sub 17 en 2009 con la Selección juvenil argentina y el Mundial de la misma categoría en Nigeria. Allí lo vieron desde el departamento de captación de talentos del poderoso Arsenal de Inglaterra y lo invitaron a una prueba. 

Inglaterra, de la cenagosa incertidumbre a la explosión en la elite

Al comienzo, "Dibu" no quería viajar. Era joven y, fiel a su forma de ser, no lo seducía el hecho de estar tan lejos de su familia. Pero Santoro lo convenció: "Fuimos 10 días a Inglaterra, hizo una prueba y comenzó su carrera a los 19 años".

Así fue que Martínez, en ese entonces una de las grandes promesas del fútbol argentino, cruzó el charco para jugar en Europa sin haber estado ni un solo minuto en el arco de la primera del "Rojo". El club de Londres adquirió el 65% de su pase por medio millón de euros y el marplatense, sin saber nada de inglés, arrancó una nueva etapa en un gigante.

En Inglaterra, "Dibu" tuvo que forjar una paciencia de araña para esperar su oportunidad. En el Arsenal no pudo tener chances y fue cedido a préstamo varias veces: debutó en el Oxford United, de la tercera división, con 19 años. Antes de pasar por otros clubes, tuvo su estreno con la camiseta de "Los Gunners" un 26 de septiembre de 2012, por la Copa de la Liga local, en un triunfo 6-1.

Después pasó por Sheffield Wednesday, en el ascenso, volvió y en octubre de 2014 atajó por Champions, frente al Anderlecht belga. Un mes después, ante la lesión de los arqueros titulares, el polaco Wojciech Szczesny y el colombiano David Ospina, repitió, contra el Borussia Dortmund. "Dibu" mantuvo el arco en cero y, con 23 años, empezaba a mostrar personalidad y condiciones para soñar en grande.

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Sin embargo, el argentino tenía pocas oportunidades, por lo que fue a préstamo, en los años sucesivos, a Rotherham, Wolverhampton, Getafe de España (el único por fuera de Inglaterra) y Reading, donde, a los 26 años, recién pudo tener rodaje.

Ese último paso le dio más minutos en el Arsenal, algo que se potenció en 2020 con la lesión del portero alemán Brend Leno. En FA Cup, ya con la titularidad ganada, brilló con grandes atajadas y fue el guardián de su equipo en la final ante Chelsea, donde los "Gunners" volvieron a alzar un título tras tres años de sequía, y en la Community Shield, en la que se coronaron ante Liverpool.

A partir de sus grandes rendimientos, y siendo revelación, comenzó a soñar con vestir de nuevo la camiseta que había usado siendo un juvenil: la celeste y blanca de Argentina.

La Selección, un onírico amor ideal

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Lionel Scaloni lo había citado para una fecha de amistosos a fines del 2019. "Dibu" no jugó, pero ya podía saborear lo que era estar en el plantel. 

Tras su gran temporada en el Arsenal, lo buscó Aston Villa, también de Inglaterra, que pagó casi 22 millones de euros por su pase, lo que lo convirtió en el arquero argentino más caro de la historia. El marplatense tuvo un año de ensueño en su nuevo equipo, fue elegido el mejor portero de la Premier League y se ganó, definitivamente, la titularidad en la Selección.

Scaloni lo eligió como el "1" titular en la Copa América y Martínez no decepcionó: a partir de su solidez bajo los tres palos, Argentina edificó un certamen inolvidable que terminó con la consagración en el Maracaná ante Brasil.

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"El Dibu", que construyó una imagen particular y polémica a partir de sus actitudes y frases célebres como el "mirá que te como, hermano" al colombiano Yerry Mina, tiene la increíble marca de no haber perdido ningún partido con Argentina. En 17 encuentros jugados, mantuvo 11 vallas invictas, atajó cinco penales de ocho que le patearon y dio la vuelta olímpica en la mencionada Copa América y en la "Finalissima" con Italia.

Los números, aunque elocuentes, suelen ser fríos. Y "El Dibu" es mucho más que solo números: es el arquero que representa a una generación, como lo fue Sergio Goycochea en el Mundial 90, Nery Pumpido en el 86 o Ubaldo Matildo Fillol en el 78. La historia, que ya comenzó a escribirse desde un 6 de julio de 2021, aún tiene capítulos por desglosar. Y comienzan en 79 días.