Las cajas en lo de Cantero y un fuerte cruce en el Concejo

“Rechazamos es la lógica de los punteros. Eso es terreno fértil para el narcotráfico en barrios populares”. Con esa definición, Caren Tepp, concelaja de Ciudad Futura, cerró un nuevo debate que tuvo lugar este jueves en el Concejo Municipal, cuando la presidenta del cuerpo, la oficialista María Eugenia Schmuk, tomó la palabra y dijo que si sabría de funcionarios vinculados al narcotráfico haría las denuncias pertinentes.

“Si alguien tendría pruebas las presentaría a la Justicia”, coincidió Tepp en Siempre Juntos, por Cadena 3 Rosario, tras el acalorado debate en el que Schmuk reconoció que de 7.000 cajas, 4.000 las reparte el municipio y el resto organizaciones sociales.

De todas maneras, la mecha se encendió porque el oficialismo desechó de forma tajante cualquier vinculo entre el municipio y el narcotráfico, tras el hallazgo de cajas alimentaria municipales en la casa de Máximo Ariel “Viejo” Cantero.

“Cuando decimos que el narcotráfico lo permeó todo, no nos referimos a funcionarios o gestiones. Decimos que lo que esta corrompido es el sistema”, aclaró Tepp en torno a la propuesta que su espacio presentó hace algunos días. Y sumó: “Existen estructuras punteriles que pueden quedar al servicio de las bandas”.

Cajas, oportunidades y oportunismo

La edila de Ciudad Futura analizó el trasfondo criminal que atraviesa a la provincia y expresó: “No podemos desconocer que en nuestra provincia el jefe de los fiscales y policías están presos. En su momento en la causa de los monos eran más los policías que los civiles imputados”.

En esa línea, profundizó y dijo que su tarea “no puede quedar solamente en preguntar qué fue lo que pasó”.

Y sobre el controvertido hecho que salpica al muncipio y podría estar ligado al incendio intencional en la Secretaría de Desarrollo Social, aventuró: “Creemos que la Municipalidad hizo entrega de las cajas a un a asociación, pero después esa entrega terminó en otras manos”.

Pero sentenció: Hay que distinguir: una cosa son comedores y merenderos llevados adelante por referencias barriales. El problema lo tenemos con el famoso y bendito bolsón. No podemos desconocer esas estructuras. El ‘te doy un bolsón a cambio de algo’ se ha usado para campañas electorales. Es antiético desde lo humanitario”.

Finalmente, consultada sobre una posible autocritica del sector político ante este tipo de sucesos, expresó: “Cuando suceden estas cosas aparece el oportunismo político y tambien la oportunidad para revisar estas prácticas”.

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