Bahía Blanca: historias de resiliencia tras la inundación del arroyo Napostá

Bahía Blanca enfrenta las secuelas de una inundación devastadora que afectó a decenas de cuadras. En el lugar donde nace el arroyo Napostá, el agua desbordó debido a un entubado que generó un cuello de botella, causando daños significativos en la zona céntrica.

"Es un arroyo muy, pero muy débil, que fue el que causó el desastre", comenta un testigo. La imagen del agua desbordando es comparable a "descorchar un champán", lo que explica la magnitud del desastre. La plaza y la municipalidad sufrieron inundaciones, aunque hoy en día la situación ha mejorado en algunas áreas.

Las historias de los afectados son diversas. César, un taxista, se siente abrumado, mientras que otros comerciantes como Florencia intentan seguir adelante. "Tenemos que volver, abrir, seguir", afirma. Sin embargo, muchos priorizan ayudar a los demás antes de ocuparse de sus propias casas.

Los voluntarios desempeñan un papel crucial en la recuperación. En la parroquia de la Santa Cruz, en Ingeniero White, se organizan donaciones y se asiste a los más necesitados. Rosa, una voluntaria, explica: "Ser voluntario se nace, es una pasión". La comunidad se une para entregar ayuda a quienes no pueden salir de sus hogares.

A pesar de haber sido afectados, los voluntarios continúan su labor. "Nosotros sabemos solucionar, porque si necesitamos realmente algo, lo pedimos", destaca Rosa. La solidaridad prevalece en Bahía Blanca, donde el 70% de los vecinos de Ingeniero White han sido afectados, y se han asistido a casi 4.000 familias.

Informe de Juan Federico, enviado especial de Cadena 3 a Bahía Blanca.