El "luna de Avellaneda" de Santa Fe que la rompe con su patio cervecero

Creado en la década del ‘30, el club Sarmiento fue rescatado por los vecinos hace poco más de un año y se transformó en un atractivo nocturno de Santa Fe. En su patio cervecero, aceptan que los clientes lleven su propia comida.

Los patios cerveceros son una de las grandes postales de la ciudad de Santa Fe. En las noches de verano parecen hormigueros donde miles de santafesinos y turistas buscan refrescarse con sus tradicionales lisos.

Muchos de esos patios no están en las zonas gastronómicas clásicas de la capital santafesina, sino que funcionan en clubes de barrio y centros vecinales. Dentro de ese universo, hay uno que se destaca. El club de bochas Sarmiento, creado en la década del ’30 y recuperado por los vecinos de barrio Candioti hace poco más de un año.

Emulando a la película "Luna de Avellaneda", rescataron muchas de sus tradiciones, entre ellas, el patio cervecero que resalta sobre los demás por una curiosa particularidad. Los comensales que van a Sarmiento, que no quieran comprar algunos de sus platos (pizzas, picadas, empanadas, sándwiches, hamburguesas), pueden llevarse su propia comida. De hecho, si así lo desean, pueden llevarse hasta los cubiertos y el mantel. Sólo tienen la obligación de comprar la bebida en el lugar.

Los directivos de Sarmiento inflan el pecho diciendo que tienen los lisos más fríos de la ciudad. En el club, hay un largo cartel que tiene como leyenda "El túnel de la espumita". La frase hace referencia a la fila que suele formarse para canjear los tickets de cerveza. Una vez que el cliente tiene sus cupones, un experto tirador de lisos lo espera en la chopera para dárselos.

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Informe de Matías Arrieta.