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31/07/2023 | 11:15 | Los animales tienen incorporado un chip mediante el que sus dueños reciben una serie de advertencias. De sobrepasarlas, se lo lleva la perrera. En la nota, el desenlace final.
Mauricio Coccolo
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En Nueva Zelanda rige una cruda norma para controlar el adecuado comportamiento de los perros, que son todos domésticos, ya que no existen los "callejeros".
Los animales tienen incorporado un chip, mediante el cuál los dueños reciben una serie de advertencias ante el mal comportamiento de su mascota: a la quinta notificación, la perrera se lleva al animal.
En primer lugar, intentan reeducar al animal en un determinado tiempo; de no ser posible, lo sacrifican.
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Sebastián, un argentino que reside en el país asiático, habló de la particular norma en Cadena 3.
"Cada perro tiene su chip incorporado, que es como una registración anual para que todo esté muy controlado", comentó.
Y explicó: "Cuando hay muchas quejas de perros que ladran mucho, o se escapa y muerde a alguien, si tenés muchas quejas lo viene a buscar la perrera. Primero intentan solucionar el problema y si no sucede eso lamentablemente lo terminan matando".
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