La doble historia detrás del debut de Gabriel Deck en la NBA

En la noche más importante de su vida, el basquetbolista tuvo una hincha muy especial alentándolo desde la casa donde se crió en Colonia Dora: su abuela Teresa, de 89 años.

La abuela "Techa" atesora la primera pelota de Gabriel y, cada vez que sale a barrer el patio de tierra, cuando levanta la cabeza, ve el aro donde empezó la historia: atado con alambres y cables en el extremo de un tronco. ¡Sin tablero!

“Techa” se fue a dormir más tarde de lo habitual después de ver el debut de su nieto, que jugó sus primeros 14 minutos en Oklahoma.

"Soy la prima de Gabriel y me enorgullece verlo en la NBA jugar como vimos anoche con mi familia, en la casa donde se crió. Fue una alegría inmensa y sabemos que vamos a verlo brillar al primo", contó su prima Claudia a Cadena 3.

Pero hay otra historia detrás del debut de Deck en la NBA que es un símbolo de todo lo que somos capaces los argentinos. De todo: lo bueno y lo otro. 

"El Tortu", como le dicen sus allegados, empezó a jugar al básquet en el Club Bartolomé Mitre de Colonia Dora, que tenía una cancha con piso de mosaicos y tableros de madera.

Después de una década, cuando "Tortuga" ya estaba en Quimsa, en el club consiguieron la plata para cambiar el piso y poner tableros de vidrio en la vieja canchita.

Deck fue a la fiesta de inauguración, también estuvo —por supuesto— la abuela "Techa" sentada en una silla de plástico al costado de la cancha. Hasta Miguel Cortijo formó parte de una noche inolvidable.

"Soy la abuela, lo vi anoche estoy estoy muy orgullosa y les mando un saludo grande a Gabi a través de ustedes Cadena 3", dijo "Techa", de 89 años.

Pero resulta que hoy los pibes de Colonia Dora no pueden tirar en uno de los aros del club Mitre porque hace dos años un vándalo rompió el vidrio del tablero.

Las autoridades y los profes de la escuelita de básquet hicieron todas las gestiones, pero no pueden conseguir 80 mil pesos para arreglar el tablero del aro.

Informe de Mauricio Cóccolo.