Crimen fuera del boliche
30/01/2020 | 14:18 | Los diez detenidos pasaron la primera noche alojados en la alcaída del penal de Dolores y fueron visitados por familiares. El papá del rugbier que está más complicado lamentó la situación.
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Los rugbiers esperan la visita de familiares en la cárcel
Marcial Thomsen, padre de Máximo, uno de los 10 rugbiers que más complicado está por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, negó este jueves que los imputados sean asesinos y calificó el hecho como "una tragedia".
"No sé qué les pasó por la cabeza. No son asesinos, fue una tragedia", sostuvo Thomsen antes de entrar a visitar a su hijo al penal de Dolores, al tiempo que dijo "lamentar" la situación por la familia de la víctima.
Asimismo, sostuvo que junto a su esposa se plantearon qué pudieron haber hecho mal en la crianza de su hijo, más allá que remarcó que los acusados "estaban alcoholizados".
El padre de Máximo ya había hablado días atrás en la entrada de la comisaría 1era de Pinamar, donde su hijo y los demás rugbiers estuvieron detenidos hasta el miércoles a la madrugada: "Están destrozados, es una pesadilla total. No hicieron ningún plan para matarlo, eso es una locura".
La situación de su hijo, acusado de la autoría material del hecho, es la más complicada en la causa, ya que lo señalaron testigos, aparecieron videos en los que se lo ve con un ataque de furia al resistirse al ser sacado por patovicas del boliche Le Brique.
Los familiares de los acusados los visitaron este jueves en el penal de Dolores, pero la visita fue algo acotada, ya que duró una hora y se produjo fuera del sector usual de encuentros de la cárcel y del horario acostumbrado de visitas.
El padre de Thomsen volvió a hablar a la salida y reiteró que que al momento del crimen su hijo "estaba alcoholizado y no se acuerda de la pelea", aunque aclaró que "no lo justifica" y que tiene "miedo de no verlo más en libertad", ya que el delito por el que los imputaron fue el de "homicidio agravado por premeditación y alevosía", que contempla la pena de cadena perpetua.
Además, afirmó que intentó llamar al padre de Báez Sosa: "Traté de llamar un montón de veces. No sé qué decirles. Si yo tengo el dolor que tengo, no me imagino lo que sienten ellos".
También aseguró que los rugbiers aceptaron la asistencia psicológica que le brinda el penal a los reclusos y reveló que su hijo Máximo "llora" dentro de la celda.
A la salida otros padres de los detenidos también hablaron de manera breve.
La familia de Juan Pedro Guarino pidió "que se haga justicia" y añadió que "los chicos están bien".
"Le mandamos saludos al papá de Fernando", señalaron posteriormente, en la misma sintonía que otros familiares que sostuvieron: "Hay que ponerse en el lugar de ellos. Es el dolor más grande que se puede sentir".
Primera noche en el penal
Los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell pasaron su primera noche alojados en la alcaídía de la cárcel de Dolores, donde se les ofreció asistencia psicológica y médica.
Fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) aseguraron que los diez jóvenes zarateños permanecieron durante toda la jornada del miércoles en una celda acondicionada con cinco camas cucheta y un único baño y se encuentran en buenas condiciones de salud.
Se trata de Máximo Thomsen (20), Lucas (18) y Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Juan Pedro Guarino (19), Enzo Comelli (19), Blas Cinalli (18), Ciro Pertossi (19) y Ayrton Viollaz (20), quienes permanecen detenidos desde el sábado 18 de enero pasado.
Los imputados por el homicidio de Báez Sosa (19) fueron sometidos a una revisación médica apenas ingresaron a la Unidad Penitenciaria 6 de Dolores provenientes de la comisaría 1a.de Pinamar, y también fueron entrevistados por psicólogos que se ofrecieron a volver a reunirse con cualquiera de ellos en el momento que necesitaran.
Paola Tailor, ex empleada de la cárcel de Dolores, reconoció en diálogo con Cadena 3 que la requisa “es humillante” y el personal de la unidad penitenciaria trabajó en un operativo especial para las visitas.
El crimen de Báez Sosa ocurrió la madrugada del sábado 18 de enero frente al boliche Le Brique, ubicado sobre la avenida 3 y el Paseo 102, en pleno centro de Villa Gesell, donde la víctima fue atacada a golpes de puño y patadas en plena vía pública.
Ese mismo día, los diez rugbiers fueron detenidos en una casa que alquilaban a pocas cuadras de la escena del crimen, mientras que otro joven, llamado Pablo Ventura, fue aprehendido unas horas después en su casa de Zárate tras ser involucrados por el grupo que perpetró el ataque pese a que él no había estado en Villa Gesell.
Informe de Rolando Vera.