Asaltaron una joyería en Villa Santa Rosa: tres detenidos

La rápida reacción de las víctimas, los vecinos y la policía de Villa Santa Rosa, en el departamento Río Primero, en la provincia de Córdoba, permitió atrapar en las primeras horas de la tarde de este lunes a los tres presuntos autores de un valioso robo.

Los delincuentes asaltaron al propietario de una conocida joyería, instalada en calle Belgrano al 400, y, en cuestión de minutos, se alzaron con numerosas alhajas de oro y plata, y otros elementos de valor.

El damnificado, Omar Chambón, fue sorprendido por los delincuentes cuando atendía el local en compañía de su hija.

Anoticiada la Policía del asalto y robo, se dispuso un operativo cerrojo que dio sus frutos cuando, en las proximidades de Monte Cristo, se intercepto el automóvil donde se conducían los malvivientes.

En el vehículo, llevaban la totalidad de lo sustraído en la joyería Topacio.

El dueño del local relató a Cadena 3 los entretelones del robo: “La semana anterior, los ladrones, haciéndose pasar por clientes, se mostraron Interesados en un reloj y este lunes a la mañana volvieron para concretar la supuesta compra”.

“Cuando me doy vuelta para poner en el mostrador los dos relojes para que elijan, el mayor de ellos me toma con el brazo, me lo cruza por el cuello y me apunta con una pistola en la parte de la oreja derecha y me dice que no cometa ninguna locura, que no haga nada. Me llevó a la parte de atrás del negocio, donde tengo un taller y un escritorio”, relató.

“Estaba mi hija en el baño lavando unas cositas de plata. Me preguntaron dónde estaba la pata. Les dije que se quedaran tranquilos, que iba a colaborar, y les indiqué dónde estaba la caja y el dinero”, continuó.

“Redujeron a mi hija de pies y manos y estaba boca abajo. Me dijeron que haga lo mismo. Me tiré boca abajo y me maniataron. Con cinta, me ataron la boca. Mientras uno de ellos se quedaba con nosotros dos en el baño, el otro se fue al negocio a hacer su trabajo. Al rato, yo le pedí que se fueran, porque era un horario en que iba gente e iban a sospechar si no los atiendo”, agregó.

“Al rato, sentí un portazo y me arrastré hasta una mesa donde había una tijera. Mi hija logró desatarme las manos y nos liberamos los dos. Ya se habían ido. Los vecinos llegaron y, en el acto, se avisó a la Policía. Fue cuestión de minutos y ya estaban en el local”, prosiguió.

“No pasaron más de 40 minutos y me dieron la noticia de que los tenían aprehendidos en Monte Cristo. Quiero destacar el procedimiento de la Policía”, concluyó.

Informe de Carlos Castro Torres.