Crecida del Pilcomayo: un vecino cantó con el agua hasta el cuello y se viralizó

El desborde del río Pilcomayo afectó gravemente al norte de Salta, dejando a miles de personas en situación de emergencia. Las evacuaciones masivas y las comunidades sumergidas en agua se convirtieron en la triste realidad de la región.

En medio de esta crisis, un video se volvió viral en las redes sociales: un joven avanza con el agua hasta el cuello, cantando "Río hermano" de Jorge Rojas, una melodía que transmite esperanza en un momento crítico. A su alrededor, otros ciudadanos, igualmente afectados, lo acompañan en su lucha contra la corriente.

Martín "Tincho" Herrera, el joven del video, es oriundo de Santa Victoria y utilizó sus redes sociales para informar sobre el estado de la crecida del Pilcomayo. Comentó que caminó 10 kilómetros de ida y vuelta para llevar alimentos y agua a los vecinos damnificados de Monte Carmelo.

El video, grabado por Herrera, capturó el momento en que él estaba casi completamente sumergido en el agua mientras cantaba "Río hermano". La imagen se difundió rápidamente, convirtiéndose en un símbolo de resistencia ante la adversidad que enfrentaban los habitantes de la zona.

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El canto resonó en un contexto donde muchos habían perdido sus hogares y pertenencias. "Rezar pa'' que salga el sol y las aguas bajen", decía una de las estrofas de la canción, reflejando el deseo de los damnificados por el fin de la crecida.

Las inundaciones afectaron severamente a localidades como Santa Victoria Este, Misión La Paz y Monte Carmelo. Más de 500 personas fueron evacuadas, y la cifra continuaba en aumento. Mientras las autoridades trabajan para contener la crisis, la imagen de Martín Herrera se convirtió en un testimonio de la resistencia de la comunidad.

El fenómeno meteorológico ocasionó cortes de caminos y falta de energía eléctrica, complicando las tareas de rescate y asistencia.

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Las lluvias y la creciente del Pilcomayo alcanzaron niveles históricos, con un pico de 7,14 metros durante la madrugada del domingo. Aunque el caudal descendió levemente a 6,51 metros, la alerta se mantenía vigente ante la posibilidad de nuevas tormentas.

Las inundaciones provocaron el corte de la ruta 54, la principal vía de comunicación de la región. Ante la imposibilidad de acceder por tierra, las autoridades implementaron operativos con lanchas y gomones para llevar ayuda humanitaria. 

La crisis obligó a muchas familias a trasladarse a refugios temporales habilitados en La Curvita y el albergue San Ignacio Loyola.

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Informe de Elisa Zamora.