Manuel Lozano, presidente de la Fundación Sí.

Crudo

Descarnado relato de Manuel Lozano: "Pedía por favor no ser gay"

08/05/2024 | 08:57

El presidente de la Fundación Sí salió al cruce de los dichos del biógrafo de Milei, Nicolás Márquez, quien tildó a los homosexuales de "insanos".

Redacción Cadena 3

Leo Castellano

Nicolás Márquez, biógrafo del actual Presidente, desató una tormenta de reacciones tras sus declaraciones homofóbicas: tildó de "insanos" a personas homosexuales. 

En un contexto donde la lucha por la igualdad y el respeto a la diversidad sexual se ha vuelto cada vez más relevante, sus palabras generaron un fuerte repudio social. La controversia se multiplicó en las redes sociales, donde miles de personas expresaron su indignación y rechazo ante la intolerancia y el prejuicio.

Manuel Lozano, presidente de la Fundación Sí, no se quedó callado. Desde el ciclo radial “Perros de la calle” conducido por Andy Kusnetzoff en Urbana Play, Lozano alzó su voz de manera contundente. "No voy a discutir con Nicolás, porque no los conozco", afirmó. Pero luego, desde su experiencia personal, compartió una historia que conmovió a muchos.

Lozano reveló que desde su infancia fue víctima de discriminación y odio por su orientación sexual. Siendo el abanderado de la escuela, un rol que para algunos era motivo de alegría, para él se convirtió en una tortura. “Pasar de donde estábamos en la hilera a donde estaba la bandera implicaba 12 metros, en donde todos me gritaban ‘puto’”, confesó. 

Además, en cada uno de sus cumpleaños, uno de sus tres deseos era no ser gay. Un secreto que guardó en silencio y que solo se animó a compartir cuando tenía 20 años.

“En cada uno de mis cumpleaños, de todos los que me acuerdo, uno de mis tres deseos era pedir por favor no ser gay. Jamás se lo conté a nadie", aseguró. 

La historia de Lozano se tornó aún más desgarradora cuando habló de su experiencia con un psicólogo mal elegido. Sus padres, al igual que Nicolás Márquez, creían que la homosexualidad era sinónimo de infelicidad. El psicólogo, en lugar de brindar apoyo, le envió correos con instrucciones sobre cómo suicidarse. Durante más de 100 días, Lozano se enfrentó a esta cruel realidad, pero finalmente encontró la fuerza para salir adelante y luchar contra la discriminación.

“¿Somos una población con mayor tasa de suicidio? Puede ser. Es probable. Pero no porque seamos insanos, sino porque discursos como el tuyo -Nicolás- nos enseñaron que no somos valiosos y que éramos la escoria de esta sociedad. ¿Sabías que hay muchas personas homosexuales que sufrimos nosofobia?”, cuestionó, interpelando una vez más al escritor que la semana pasada sostuvo que los homosexuales tenían “14 veces mayor propensión al suicidio”.

“Nos enseñaron que no nos merecíamos que nos quieran. Yo no te conozco, Nicolás. No te juzgo. Inclusive te diría que hasta puedo entenderte, algo que me enseñó la fundación es a intentar entender cada una de las formas de pensar. Porque además, si yo que soy homosexual, que lo vivo, que lo siento, alguna vez pensé igual que vos, entiendo que no puedas entenderlo”, manifestó.

“Tampoco voy a pedirte que cambies de opinión porque no sé si es mi rol, pero sí te quiero pedir empatía, amor y sobre todo la responsabilidad que tenemos todos los que tenemos el privilegio de tener un micrófono adelante porque uno nunca sabe quién está escuchando. Y por eso elegí decir esto hoy”, aclaró Lozano.

Y añadió: “Perdón por Tomás, que es un chico trans que vivía en la residencia de Córdoba y en diciembre se quitó la vida porque el dolor era demasiado. Por Fernando, que se presentó al proceso de selección y antes de oírse, nos quiso decir que era homosexual porque tenía miedo que esa sea la razón por la que lo dejemos afuera. Por Agostina, que hoy está estudiando en la residencia, pero se autolesiona porque cree que no vale demasiado. Por el pibe que me enamoré, que nunca pudo darme un beso, porque no se anima a salir del armario, porque tiembla de miedo. Por Fito, un señor que me crucé el otro día, que tiene 62 años y recién a los 62 se animó a besar a un hombre”.

“Quiero decirles que yo soy tremendamente feliz, que tengo 39 años, que amo profundamente lo que hago, que amo profundamente quién soy. Por eso estoy leyendo esto y que duermo poco porque amo profundamente la vida y quiero vivirla al máximo”, concluyó.

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