Crimen fuera del boliche
20/01/2020 | 18:50 | El velatorio se trasladó al Colegio Marianista donde cursaba el joven. La familia reclama justicia. Contratarán un abogado que los represente para participar de la causa como querellantes.
Los padres del joven de 19 años que fue asesinado a golpes el sábado último a la salida de un boliche de la localidad bonaerense de Villa Gesell, hecho por el que fueron detenidos once jóvenes oriundos de la ciudad de Zárate, volvieron este lunes a pedir justicia y adelantaron que se presentarán como querellantes en la causa.
/Inicio Código Embebido/
"Se va a hacer justicia por mi hijo, él no se merecía esto, ni ninguna persona", dijo esta mañana Graciela, la madre de Fernando Báez Sosa (19), en diálogo con la prensa en la puerta de la casa velatoria Escalada.
Por su parte, el padre del joven asesinado, Silvino, consideró que la investigación se está desarrollando "bastante bien" y que próximamente él y su esposa contratarán un abogado que los represente para participar de la causa como querellantes.
Decenas de familiares, amigos y compañeros del colegio y de la facultad participaron esta mañana de la inhumación de los restos en el cementerio de la Chacarita.
En medio de un clima de profundo dolor, los padres de Báez Sosa estuvieron acompañados desde la mañana por la novia de Fernando y decenas de familiares y amigos que concurrieron a la sala Escalada, en la avenida La Plata al 900, en el barrio de Caballito, donde se desarrollaba desde este domingo el velatorio.
Cerca de las 9 de la mañana, el cortejo fúnebre partió de la sala velatoria hacia el Colegio Marianista, ubicado en la Avenida Rivadavia y Víctor Martínez, en Caballito, donde Fernando cursó sus estudios secundarios.
Allí, se realizó una misa religiosa en la que estuvieron presentes decenas de amigos y compañeros de colegio de la víctima, docentes y autoridades del colegio.
Luego, pasadas las 10.30, el cortejo siguió camino hacia el cementerio de Chacarita acompañado por un micro escolar en el que se hallaban los amigos del joven.
Tras el entierro, Silvino, el padre de Fernando, pidió rodeado de familiares "que se haga justicia" por su hijo: "Le arrebataron la vida, él era un chico excepcional, no tenía problemas con nadie".
"Era nuestro sol, se portaba de maravillas, era todo para nosotros y no se merecía esto", agregó en declaraciones a la prensa, notablemente emocionado.
Su esposa, Graciela, contó que el joven "era un chico decente" y que "todos lo querían", que "le gustaba mucho salir con sus amigos" y que "era colaborador en el colegio".
"Iba a campamentos y a colegios precarios a ayudar a los chicos, siempre lo llevaban porque era el más fuerte", dijo mientras se quebró en llanto.
Además, recordó que poco tiempo atrás Fernando se había inscripto en la carrera de Derecho de la Universidad de Buenos Aires tras finalizar el Ciclo Básico Común (CBC), que "fue todo un éxito".
En relación al grupo de rugbiers que fue detenido luego del hecho, la mujer los calificó como "unos animales que lo mataron a golpes" y dijo que espera "que la Justicia se encargue de ellos".