Batalla de Chacabuco

El baqueano chileno que guió a San Martín hacia la victoria

11/02/2025 | 21:54

En el barrio cordobés de Maipú Segunda Sección, una arteria recuerda al arriero chileno Justo Estay, clave en la victoria de Chacabuco y la independencia sudamericana.

Redacción Cadena 3

Marcos Calligaris

Existen diversas formas de rememorar hechos trascendentales como la gesta de los Andes. Habitualmente, el protagonismo recae en los grandes héroes y sus brillantes estrategias; otras veces, en los silenciosos actos de quienes, desde las sombras, hicieron posible lo imposible. Entre ellos, hoy destacamos la historia de un humilde arriero que tuvo un papel fundamental en la historia de la independencia de Chile y para los planes libertadores del general San Martín.

Pocos conocen quién fue el baqueano Estay. En el corazón del barrio cordobés de Maipú Segunda Sección, una calle lleva su nombre como un homenaje silencioso.

Justo Estay fue un baqueano y arriero chileno cuyo coraje y conocimiento estratégico jugaron un papel fundamental en la victoria del Ejército de los Andes en la Batalla de Chacabuco, un enfrentamiento decisivo en la lucha por la independencia de Chile, que tuvo lugar el 12 de febrero de 1817.

Nacido en Pocuro, Chile, en 1786, Estay creció entre montañas, desarrollando un profundo conocimiento de los caminos cordilleranos, una habilidad que lo convertiría en un aliado invaluable del general José de San Martín. Durante la campaña libertadora, Estay no solo guió a la columna de Juan Gregorio de Las Heras a través de los Andes, sino que también se infiltró en Santiago disfrazado para obtener información crítica sobre las tropas realistas.

En aquellos años de preparación para la independencia, San Martín supo coordinar una compleja red de espías y exploradores, entre los cuales Estay destacó por su sagacidad. Según afirma Diego Barros Arana en su libro “Historia General de Chile”, San Martín lo consideraba como “el más fiel y el más inteligente de sus exploradores”. Su apariencia sencilla y su capacidad para mimetizarse con el entorno le permitieron recopilar información detallada sobre el estado de las tropas enemigas, sus movimientos y hasta el ánimo de los soldados realistas.

Los informes de Justo Estay fueron tan precisos que le permitieron a San Martín adelantar el ataque a las fuerzas del brigadier Rafael Maroto, logrando una victoria decisiva en Chacabuco y abriendo el camino hacia la independencia de Chile. Antes de la batalla, Estay fue clave para desentrañar los planes realistas: en Santiago, observó el movimiento de tropas hacia Chacabuco y confirmó que los refuerzos tardarían al menos dos días en llegar.

Este detalle le permitió al Ejército de los Andes adelantarse y enfrentar a un enemigo menos preparado, garantizando el éxito patriota. El propio San Martín reconoció su aporte, afirmando que "a este modesto hombre de campo le tocaba buena parte de la gloria de Chacabuco".

La estatua de Justo Estay en el departamento de Casablanca, Chile.

La batalla de Chacabuco, librada el 12 de febrero de 1817, fue clave para la independencia de Chile y la consolidación del plan libertador de José de San Martín. Tras el cruce de los Andes, el Ejército libertador ejecutó un ataque estratégico en dos frentes: una columna liderada por O’Higgins avanzó por la Cuesta Vieja, mientras que otra, comandada por Soler, atacó por la Cuesta Nueva. La lucha fue intensa y San Martín decidió entrar en combate cuando la batalla se complicó.

Finalmente, las fuerzas patriotas lograron una victoria contundente, con 450 realistas muertos y 600 prisioneros, sostiene Felipe Piña, lo que permitió tomar la ofensiva en la guerra de independencia. La noticia del triunfo fortaleció la causa independentista en América y alentó a líderes como Simón Bolívar.

Si bien la victoria en Chacabuco permitió a los patriotas tomar Santiago y proclamar la independencia de Chile, la amenaza realista no había desaparecido. Un año después, las tropas españolas reorganizaron su ofensiva y lograron una victoria en Cancha Rayada, lo que puso en peligro los avances logrados. Sin embargo, el 5 de abril de 1818, San Martín y O’Higgins lideraron al Ejército de los Andes en la decisiva batalla de Maipú, donde infligieron una derrota definitiva a los realistas, asegurando la independencia chilena y consolidando el proceso emancipador en el sur de América.

Esta continuidad entre las dos batallas también se refleja en Córdoba, donde la avenida Chacabuco se transforma en avenida Maipú, uniendo en su traza urbana los mismos hitos históricos.

Baqueano Estay es hoy solo un nombre en una calle del barrio Maipú Segunda Sección. Pero detrás de ese cartel, permanece el recuerdo de alguien que, sin grandes títulos ni monumentos, hizo posible uno de los momentos clave en la lucha por la independencia.

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