Fenómeno estelar
16/04/2020 | 08:15 | El objeto resultaba cada vez más brillante en los cielos nocturnos del hemisferio norte. Sin embargo, unas fotografías muestran que se rompió en al menos tres trozos y perdió brillo.
El cometa Atlas, descubierto el 28 de diciembre pasado en una trayectoria de acercamiento al Sol, se desmembró en pedazos y provocó cambios evidentes en la distribución del brillo.
Tras ser detectado, el objeto resultaba cada vez más brillante en los cielos nocturnos del hemisferio norte y el rápido aumento de luminosidad tenía a los astrónomos pendientes de su evolución.
Los modelos de brillo basados en las observaciones realizadas apuntaban a que resultaría observable a simple vista a partir de la segunda semana de abril, y que hacia mediados de mayo podría superar a Venus en luminosidad y dar un gran espectáculo astronómico.
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“Es muy buen candidato para que nos de alguna sorpresa”, decía a este medio Joan Anton Catalá, astrofísico y divulgador científico. Y la sorpresa ha llegado, pero de forma negativa.
Sin embargo, la última semana de marzo el brillo de Atlas iniciaba su descenso. Ahora se confirmó que su coma -nube de polvo y gas que envuelve al núcleo- comenzaba a alargarse indicando la posible desintegración del cometa y algunas imágenes parecían mostrar fragmentos que se separaban del núcleo.
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Las fotografías tomadas no dejan lugar a dudas, como la que se muestra al inicio del artículo, tomada por el astrónomo Gianluca Masi el 11 de abril. Él mismo indicaba en la web del proyecto astronómico The Virtual Telescope Project, el cual dirige, observar al menos tres trozos de roca desprendiéndose del núcleo.
Que Atlas se deshaga no quiere decir que las predicciones realizadas sobre él fueran erróneas ni que todos los astrónomos se equivocaran. Los cometas son cuerpos que varían mucho su comportamiento y no se puede saber a ciencia cierta cómo actuarán hasta que no ocurra.