El desarrollo del país, visto desde el interior

La Fundación Pensar Córdoba, presidida por Gustavo Santos, desarrolló un foro con especialistas de instituciones cordobesas para proyectar el desarrollo del país a partir de la mirada del interior. Y la verdad es que las exposiciones dejaron una amplia gama de propuestas específicas: desde reafirmar los principios fundamentales de la democracia representativa hasta reformar aspectos básicos del mercado laboral.

Santos -exfuncionario de la Municipalidad de Córdoba con Rubén Martín, exministro provincial con José Manuel de la Sota y exministro en la Nación con de Mauricio Macri- fue el presentador del evento, dado que es presidente de la regional Córdoba de la Fundación Pensar, vinculada al PRO.

“En momentos difíciles como estos debemos pensar el futuro para protagonizarlo. Nadie crece sin proponérselo y no hay margen para la improvisación”, dijo Santos, al presentar a los disertantes: Marcelo Capello, presidente del Ieral de la Fundación Mediterránea; Lucas Navarro, director del instituto de la Bolsa de Comercio; y Jorge Colina, presidente de Idesa.

Capello enfatizó el estancamiento: “Argentina perdió 3 de las últimas 5 décadas”, dijo para luego fundar su apreciación en datos estadísticos. A su juicio, para superar esto la Argentina debe ser desarrollista en lo productivo, ortodoxa en lo fiscal y hacer un esfuerzo en brindar igualdad de oportunidades. Y planteó que para integrarse al mundo y poder agregar valor no sólo necesita una macroeconomía estable, sino garantizar pilares básicos como la democracia representativa, la división de poderes, la seguridad jurídica, la libertad de opinión y la responsabilidad fiscal de los gobiernos.

Navarro, por su parte, se focalizó en la necesidad de la Argentina de integrarse comercialmente al mundo para poder sumarse a las cadenas de valor y ganar productividad. “Argentina es el país más cerrado de la región y uno de los 15 más cerrados en el mundo. Menos del 2% de las empresas argentinas exportan. Tenemos muy baja integración a las cadenas de valor”, dijo. Y explicó que es una utopía querer exportar sin importar en un mundo integrado donde los exportadores capaces de agregar valor necesitan importar muchos de sus insumos.

No alcanza con crecer

Por último, Colina exhibió con datos la decadencia del mercado laboral en las últimas décadas y alertó que la Argentina tiene un nuevo grave problema. “Hasta ahora hemos pensado que de la pobreza y el asistencialismo podemos salir con un crecimiento que formalice el salario. Pero eso ya no es así”, dijo, mostrando estadísticas según las cuales incluso la mitad de los asalariados que están en blanco cobran salarios que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza.

“Argentina se encerró en sí misma y eso tiene impacto social. Por ejemplo, en la estructura del empleo: sólo 1 de cada 3 personas en edad de trabajar tiene emleo formal; la segunda persona tiene un empleo en negro o es cuentapropista; y la tercera no trabaja y vive del asistencialismo”, afirmó.

“Lo que pasó es que se cayó la productividad de la economía. Y estas cosas son el correlato social de estos 50 años sin crecer. Queremos vivir como europeos pero no podemos vivir como uruguayos y chilenos y el año que viene tal vez ya no podamos vivir como peruanos”, dijo, en base a estadísticas.

Según Colina, la decadencia del mercado laboral está basada en que los costos laborales efectivos y potenciales de un empleador son mayores que la expectativa de facturación que un empleado nuevo puede generarle a un empleador. Y por eso hay que bajar esos costos laborales.

Y en ese marco ofreció algunas alternativas concretas para revitalizar la demanda de empleo. Recogiendo experiencias internacionales exitosas propuso, por ejemplo, que las empresas paguen contribuciones patronales sólo a partir de un mínimo no imponible del salario (similar al de Ganancias). O que una Pyme pueda optar por salirse del convenio laboral si un porcentaje a definir de sus empleados está de acuerdo.