El tragicómico rescate de un loro cortó una avenida en CABA

Un loro, de nombre “Oli”, provocó una tragicómica escena en una de las avenidas más importantes de Buenos Aires. La historia fue contada a través de Instagram por el usuario Cristian Castrilón, transeúnte de la zona.

"Fui testigo de una apasionante, increíble y tragicómica situación que involucró a personal policial, una dotación de bomberos y hasta un tipo con una pelota de fútbol que jugó un rol clave en esta historia”, narró Cristian Castrillón en su Instagram.

“Eran casi las 20, yo había tenido un día largo de trámites, con todo lo que eso implica en plena pandemia. Estaba volviendo a casa de mi novia para cenar, pero de repente, cuando faltaban pocas cuadras, vi algo que me llamó la atención”, describió.

Cristian contó que encontró una curiosa escena: “seis personas que miraban hacia un árbol y gritaban”, mientras dos policías cortaban dos carriles de la avenida Corrientes de la Ciudad de Buenos Aires.

En medio de la confusión, Cristian relató que escuchó una curiosa voz desde el árbol. “Oli Oli", se sentía desde las alturas. Había algo seguro: "no era una voz humana”, contó.

La voz en cuestión era un loro, llamado “Oli”, que se encontraba en el árbol, sobre una muchedumbre que se agolpaba para ver el desenlace del rescate.

"La situación me parecía algo cómica”, dijo Cristian. “Hasta que el nene le gritó al loro: ‘Oli ahí vienen a rescatarte’ y se me estrujó el corazón”, agregó.

Bomberos, la Policía y la familia debatían sobre cuál sería la mejor forma de llegar hasta el loro. Los bomberos concluyeron que, por la altura a la que se encontraba el animal, no había mucho por hacer, y dejaron la escena con la Policía y alrededor de 20 vecinos observando.

De repente, uno de los vecinos ofreció la insólita idea de bajar al animal con una pelota de fútbol. “Yo lo bajo de un pelotazo", dijo el vecino.

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“’Está loco’, decíamos. El nene miraba con preocupación. Un policía acercó y le dijo: ‘no me parece que así vas a lastimar al ave’”, relató.

Fue entonces que el hombre ejecutó su plan y comenzó a patear al aire.

“La escena era increíble: dos locos, a los pelotazos limpios, en el medio de una de las avenidas más importantes de Buenos Aires para bajar a un loro”, dijo Cristian incrédulo.

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Finalmente, uno de los pelotazos logró pegarle a una rama, con la cual el loro se asustó y voló.

Cruzó Riobamba y se posó en la baranda de un balcón de un edificio. La dueña de Oli tocó el portero y afortunadamente el loro pudo ser rescatado.