Empleado simulaba robos para quedarse con las tarjetas bancarias nuevas

Un joven de 35 años, que hacía poco más de 12 meses que trabajaba en una firma que ofrece tarjetas de crédito y de débito, fue detenido en las últimas horas en un domicilio de barrio Urca, de la ciudad de Córdoba, acusado de haber montado una ingeniería delictiva para hacerse con los plásticos de los clientes y defraudarlos.

Se trata de una investigación que llevó adelante el fiscal Juan Pablo Klinger junto a detectives de la división Delitos Económicos de la ciudad de Córdoba y que este jueves derivó en un allanamiento que culminó con la detención del empleado infiel. Se lo acusa de al menos 73 estafas, aunque es posible que este número se acerque a la centena de casos.

De acuerdo a las fuentes consultadas, este empleado ingresaba en el sistema de la firma y simulaba órdenes de reposición de plásticos de los clientes por supuestas pérdidas o robos.

Por lo general, elegía a clientes que no tenían domicilio en la ciudad de Córdoba. 

En todos los casos, pedía que las tarjetas repuestas fueran enviadas al mismo domicilio, que no era otro que la casa particular de este empleado en barrio Urca.

Así, llegaba el correo a su domicilio y él, haciéndose pasar como un familiar del cliente, recibía los plásticos. De inmediato, los activaba con las contraseñas nuevas y se dirigía a los cajeros automáticos para extraer todo el efectivo que tenía en la caja de ahorro.

Al cliente real, se le inhabilitaba su tarjeta, sin que entendiera el motivo, y cuando se daba con que le habían vaciado la cuenta no podía imaginar cómo había sucedido. Ignoraba por completo que ya alguien más estaba utilizando un plástico a su nombre.

Fue la empresa de correos la que advirtió de la maniobra, luego de que sus empleados entregaran las últimas siete tarjetas repuestas en el mismo domicilio de Urca. 

Ante esto, le dieron aviso a la firma, que inició un relevamiento interno, bajo total hermetismo, y lograron dar con el sospechoso. Los abogados de la empresa radicaron la denuncia penal correspondiente y el fiscal junto a los policías comenzaron a recabar diferentes pruebas.

Por ejemplo, según las fuentes consultadas, se observó a este empleado "infiel" yendo a un cajero automático del Cerro de las Rosas y extraer dinero de manera simultánea de dos bocas, utilizando sendas tarjetas al mismo tiempo.

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