Ceremonia en el Vaticano
13/10/2019 | 09:27 | Se trata de la hermana Dulce, conocida como la "Madre Teresa de Calcuta brasileña". El Papa la canonizó a solo 27 años de su muerte. Entregó su vida a los pobres, enfermos y más necesitados.
El papa Francisco proclamó la santidad de la hermana Dulce, conocida como la "Madre Teresa de Calcuta brasileña", la primera nacida en Brasil en ser declarada santa.
Lo hizo en el curso de una ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano y en la que también fueron canonizados el cardenal británico John Henry Newman, que a los 44 años se convirtió al catolicismo, y las religiosas italiana Giuseppina Vannini, la india María Teresa Chiramel y la suiza Marguerite Bays.
El papa utilizó la habitual formula en latín para proclamar la santidad y pedir que fuesen inscritos en los libros de los santos de la Iglesia, durante la misa que coincidió con la celebración en el Vaticano del Sínodo de la Amazonía.
Al acto acudieron numerosos fieles de Brasil, el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourão, y también el postulador de la causa para su canonización, Paolo Vilotta, reportó la agencia Efe.
También contó con la presencia del heredero al trono británico, el príncipe Carlos de Inglaterra.
La brasileña María Rita de Souza Brito Lopes Pontes nació el 26 de mayo de 1914 y este domingo fue bautizada oficialmente como "Santa Dulce de los Pobres".
La hermana Dulce tuvo el tercer proceso de canonización más rápido de la historia reciente de la Iglesia católica, pues fue proclamada santa solo 27 años después de su muerte, mientras que San Juan Pablo II lo fue a los 9 años de su muerte y Santa Teresa de Calcuta, 19 años después de su fallecimiento.
En 1991, pocos meses antes de su muerte, recibió en Brasil la visita del papa Juan Pablo II mientras estaba hospitalizada y en 2011 fue beatificada por el papa Benedicto XVI.
La santa brasileña entregó su vida a los pobres, a los enfermos y a los más necesitados, fundó en su Bahía natal varios hospitales de caridad y un sistema de apoyo social que dirigió hasta su muerte, el 13 marzo de 1992, a los 77 años, destacó el Vaticano.
Dejó un legado que incluye una red de hospitales y centros de salud para pobres que atiende a cinco millones de personas al año.
Junto a ella también fue santificado el cardenal y teólogo inglés del siglo XIX John Henry Newman, beatificado por Benedicto XVI durante su viaje al Reino Unido en 2010.
El caso de Newman (Londres, 1801) es particular porque durante los primeros años de su vida fue sacerdote de la Iglesia anglicana y muy crítico con la Iglesia católica.
Pero a los 44 años, en 1845, se convirtió al catolicismo y poco después ingresó en la orden de los oratorios de San Felipe Neri, fue ordenado cura católico, estableció en Inglaterra la Congregación del Oratorio, fundó una Universidad Católica en Dublín y supervisó una nueva traducción de la Biblia.