La golpeó por su orientación sexual y ahora irá a juicio

"Por homofobia y por odio". En las últimas horas, la Cámara de Acusación ratificó que José Federico Aldacor deberá ir a juicio acusado de haber golpeado a una joven de barrio Güemes, de la ciudad de Córdoba, previo a burlarse de la sexualidad de ella.

De acuerdo a la investigación que llevó adelante el fiscal Rubén Caro, y que ha recibido sendos avales tanto del juez de Control como de la Cámara de Acusación, el 27 de enero de 2020 Aldacor se acercó a un grupo de muchachas que estaba a la puerta de un boliche de Fructuoso Rivera al 200, en Güemes, y comenzó a molestarlas.

En ese momento, los testigos aseguraron que la joven agredida, Catalina M., se incorporó a la conversación, instante en el que el imputado le preguntó si tenía algún problema con su sexualidad, que no sabía si era hombre o mujer y sin que mediaran más palabras directamente le pegó una trompada en la cara "que la hizo volar y caer en el ingreso de la galería”.

Mientras Aldacor se daba media vuelta y se marchaba con una asombrosa tranquilidad, siempre según la descripción que consta en la causa, Catalina debió ser asistida por un servicio de emergencias. Terminó internada con una fractura de nariz y otra quebradura en la base del ojo, entre otras graves lesiones.

Los jueces que ratificaron que el acusado debe ir a juicio resaltaron en esta nueva resolución que "las manifestaciones de Aldacor previo a propinar el golpe, indican que no le reconoció a su víctima el derecho a decidir autónomamente sobre estos aspectos de su vida, dado que, para él, el género biológico de Catalina exigía una apariencia distinta".

En otro punto, los jueces rechazaron un pedido del abogado defensor, Lucas Colazo, para que se le realizara un peritaje psicológico a la víctima. "No se advierte la pertinencia y utilidad de someter a la víctima a una pericia psicológica para determinar la existencia de un caso de violencia de género (...) Estamos ante un caso de violencia y discriminación cometido en contra de una mujer, en razón del género. Además, del informe de agravios parecería que la defensa pretende justificar el accionar del imputado en el intercambio de palabras previos al golpe y la existencia de una situación tensa sobre la que responsabiliza a la víctima".

En ese sentido, días después del golpe, Aldacor intentó una especie de descargo público en las redes sociales cuyo contenido llamó mucho la atención: "El 27 de enero fui atacado verbal y físicamente por una persona que pensé que era un hombre pòr su presencia y actitud agresiva, quien se colgó de mi remera y me tiró un golpe de puño, en ese momento cerré los ojos y me defendí. Esta situación no fue generada por mí. Es la primera vez en mi vida que estoy en una situación de pelea. Lamentablemente reaccioné así. No justifico la pelea ni la incitación a ella. No soy homofóbico y repudio completamente la violencia de género".

Para el fiscal y los jueces, en cambio, Aldacor habría actuado de manera violenta persiguiendo el "deseo del perpetrador de 'castigar' las identidades, comportamientos o cuerpos que difieren de las normas sociales y roles de género tradicionales, o que son contrarias al sistema binario hombre/mujer” y que se dirige, entre otros, “a las demostraciones públicas de afecto entre personas del mismo sexo y a las expresiones de 'feminidad' percibidas en hombres o 'masculinidad' en mujeres”.

En su momento, Catalina también habría expuesto en las redes sociales la agresión de la que había sido víctima: "La última vez que me viste fue en el piso sangrando. Hoy, gracias a medicxs, familia, amigues, estoy de pie. Dispuestx a seguir existiendo, a ser quien tenga ganas de ser. Hoy estoy de pie, con la frente bien en alto por un futuro libre de machistas, homofóbicos, libre de imbéciles. Por un futuro y un presente que aprendan a respetar a la comunidad LGTBTTIQ. Mi descargo es una invitación formal a todes para que ojalá estas situaciones de mierda no sucedan más".

De acuerdo a la acusación del fiscal Caro, dos veces ratificada, Aldacor deberá sentarse en el banquillo de los acusados por los delitos de lesiones graves agravadas en función de la orientación sexual y la identidad de género.